Con la caída de la minería de las criptomonedas, ahora los dueños de estas grandes ‘granjas’ están aprovechando el auge de la inteligencia artificial para no desperdiciar sus inversiones en tarjetas gráficas y más hardware.
Las criptomonedas no andan en su peor momento, pero están lejos de acaparar los titulares y portadas como en medio de su boom. Aunque aún con múltiples usos y con bastante gente aún apostando por ellas, sí existen algunas caídas de actividad considerables, como en las granjas de minería.
Con grandes cambios en la creación de nuevas monedas como pasó con The Merge en Ethereum y con el fin de la escasez de tarjetas gráficas, varios mineros han dejado esta actividad y han empezado a vender sus enormes granjas para intentar recuperar algo de dinero de la inversión. Otros, por el contrario, han encontrado una nueva actividad para poner a trabajar a sus máquinas: la inteligencia artificial.
De la minería a la IA
Los mineros de criptomonedas mantenían los llamados rigs o sistemas de minados compuestos por decenas y hasta cientos de tarjetas gráficas de computadoras.
Los chips gráficos son útiles para los cálculos elaborados que se utilizan para crear unidades de criptomonedas y para las cargas de trabajo computacionales necesarias para entrenar sistemas de IA generativa.
Dichas tarjetas precisamente son ahora también parte del poder de entrenamiento de las inteligencias artificiales como ChatGPT o Bard. Es por eso por el que algunas granjas están cambiando de rubro de acción, se lee en un informe de The Wall Street Journal.
Una es Satoshi España, quien ahora vende estos rigs reequipadas de la época del llamado criptoinvierno, ahora con enfoque en la inteligencia artificial.
“Todavía puedes ganar dinero con tu plataforma de minería”, menciona el fundador Alejandro Ibáñez de Pedro. “Es minería 2.0.”
Se calcula que al menos un 20 % de tarjetas gráficas usadas ha migrado de la criptomonería a entrenar a la inteligencia artificial.
"La moderación en la inversión de capital de riesgo no es exclusiva del sector de la IA y, en general, todavía hay una cantidad récord de polvo seco que finalmente necesita encontrar un hogar", escribió David Duong, jefe de investigación institucional de Coinbase.
Colaboración entre ambos mundos
Por el momento, no ha sonado fuertemente ningún tipo de alianza entre IA y criptomonedas, aunque tienen cierto parecido.
Un caso relacionado es el de Sam Altman, cofundador de OpenAI y creador de ChatGPT, quien también impulsa su propia criptomoneda llamada Worlcoin.
En el reporte, Duong señala argumentó que "las plataformas de criptomonedas pueden hacer que los sistemas de IA sean más accesibles", lo que permite a las personas contribuir a su desarrollo en un momento en que un puñado de jugadores importantes domina el espacio de la IA generativa.
Las empresas mineras, ahora en el campo de la inteligencia artificial, están brindando también servidores en la nube que pueden competir contra las gigantes como Microsoft y Amazon en cuestiones de privacidad.
"Las empresas ahora son conscientes de que no quieren cargar datos confidenciales de clientes a una empresa como OpenAI que tiene un LLM [modelo de lenguaje grande] público”, señala la firma minera Hive Blockchain.
“Lo que aspiramos a ofrecer en Hive a través de Hive Cloud (su propio servicio) es privacidad donde las empresas pueden tener un servicio acuerdo en vigor, propiedad de sus datos y privacidad y seguir ejecutando cargas de trabajo de cómputo de IA en nuestro banco de GPU", dijo Aydin Kilic, director ejecutivo y presidente de la empresa.
Se estima que la demanda de espacio de centro de datos para inteligencia artificial crecerá a 76 mil millones de dólares para 2028, una oportunidad para salvarse de la bancarrota a estas inversoras.
El acceso de los mineros a la energía barata y la infraestructura del centro de datos puede hacer que parezca fácil para ellos pasar a la IA y la computación en la nube. Sin embargo, los requisitos de las industrias informáticas de alto rendimiento difieren significativamente de la minería en términos de calidad de las operaciones, tiempo de actividad y servicio al cliente.
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