La red de redes recibe especial atención en su día, considerada la herramienta indispensable en el trabajo y la vida diaria por millones de usuarios.
Hace ya más de una década que se ha convertido en algo imprescindible en nuestras vidas, pero hoy, domingo, la red de redes recibe especial atención en todo el mundo con la celebración del Día Mundial de Internet.
Algunos opinan que internet es un servicio ya tan cotidiano que pronto podría dejar de existir un día específico para celebrar este fenómeno. ¿Acaso existe un día internacional de la electricidad o del teléfono?
Para cada vez más ciudadanos de los países desarrollados, internet se ha convertido en una herramienta indispensable en el trabajo y la vida diaria y nuestra rutina resulta inimaginable sin ella.
Pruebe a pasar un día sin conectarse y prescindir de Google, por ejemplo, sin leer noticias en la red, recibir emails, curiosear las fotos de sus contactos en Facebook, resolver dudas con Wikipedia o, el último gran fenómeno, seguir los pasos de su "twittero" favorito.
La jornada sirve, sin embargo, para reflexionar sobre los principales retos de la red, que para los expertos pasan por ampliar su acceso mundial, elevar la seguridad, luchar contra la piratería y posibilitar el próximo cambio de protocolo.
La próxima generación de Internet estará marcada por el cambio a la versión 6 del protocolo IP -actualmente usamos la versión 4-, un paso que permitirá incrementar la seguridad y ampliar las posibilidades de la red.
"Con el nuevo protocolo, los usuarios se beneficiarán de una mayor seguridad online y de nuevas aplicaciones en internet", dijo en una reciente entrevista radiofónica Charles Lee, responsable de tecnología de la operadora Verizon Federal, que presta servicios al gobierno de EEUU.
Para este experto, el mayor potencial está en la telefonía por Internet (VoIP) y en las aplicaciones de la red para modernizar el sistema sanitario.
Otra gran asignatura pendiente de internet en los próximos años será reducir la piratería y encontrar modelos de negocio que permitan proteger la propiedad intelectual en un entorno donde cada vez es más fácil acceder a todo tipo de contenidos online.
Países como EEUU están logrando convencer al internauta de las ventajas del consumo legal de películas y música gracias a sitios como Hulu.com o la tienda online de Apple, pero en algunos países la piratería sigue siendo un grave problema.
En el caso del software, el aumento del acceso a Internet en los mercados emergentes y la popularización del software basado en la red están contribuyendo al incremento del software pirata.
Según la organización estadounidense BSA, las pérdidas para el sector ascendieron el pasado año a más de 50.000 millones de dólares, un 11 por ciento más que en 2007.
La próxima ola de piratería online, opinan los expertos, podría afectar a una nueva industria, la editorial, pues los nuevos lectores electrónicos están contribuyendo a que cada vez haya más copias ilegales de libros circulando libremente en la red.
Internet se enfrenta también, opinan algunos expertos, a un dominio cada vez más excesivo por parte de algunas empresas. En teoría, la red nació como un medio que fomentaría la pluralidad y en el que un internauta con un blog y un gran conglomerado mediático tendrían, en principio, las mismas oportunidades.
Gigantes de Internet como Google, YouTube, Amazon, Facebook, Microsoft o Yahoo concentran hoy buena parte del tráfico en la red y una importante porción de la suculenta tarta de la publicidad online.
Y es que nos hemos vuelto tan dependientes de algunas de estas compañías que un hipotético problema técnico en una de ellas podría llegar a generar un caos mundial, como pudo demostrarse el pasado jueves.
Ese día, la página de Google se "cayó" durante aproximadamente una hora y media dejando sin servicio a cerca del 14 por ciento de sus usuarios, principalmente en EEUU, muchos de los cuales tampoco podían usar otras herramientas como Gmail o Google Analytics.
Las quejas y comentarios sobre el incidente se extendieron en cuestión de minutos en blogs, diarios online y servicios como Twitter, donde cientos de personas "twittearon" sobre el incidente.
"Si Google no funciona, yo no puedo trabajar", reflexionaba el viernes Dave Methvin, experto y blogero de la revista estadounidense "InformationWeek". "¿Hay que tener miedo de la dependencia de Google o más bien tratarlo como la necesidad de agua y comida?".
Algunos opinan que internet es un servicio ya tan cotidiano que pronto podría dejar de existir un día específico para celebrar este fenómeno. ¿Acaso existe un día internacional de la electricidad o del teléfono?
Para cada vez más ciudadanos de los países desarrollados, internet se ha convertido en una herramienta indispensable en el trabajo y la vida diaria y nuestra rutina resulta inimaginable sin ella.
Pruebe a pasar un día sin conectarse y prescindir de Google, por ejemplo, sin leer noticias en la red, recibir emails, curiosear las fotos de sus contactos en Facebook, resolver dudas con Wikipedia o, el último gran fenómeno, seguir los pasos de su "twittero" favorito.
La jornada sirve, sin embargo, para reflexionar sobre los principales retos de la red, que para los expertos pasan por ampliar su acceso mundial, elevar la seguridad, luchar contra la piratería y posibilitar el próximo cambio de protocolo.
La próxima generación de Internet estará marcada por el cambio a la versión 6 del protocolo IP -actualmente usamos la versión 4-, un paso que permitirá incrementar la seguridad y ampliar las posibilidades de la red.
"Con el nuevo protocolo, los usuarios se beneficiarán de una mayor seguridad online y de nuevas aplicaciones en internet", dijo en una reciente entrevista radiofónica Charles Lee, responsable de tecnología de la operadora Verizon Federal, que presta servicios al gobierno de EEUU.
Para este experto, el mayor potencial está en la telefonía por Internet (VoIP) y en las aplicaciones de la red para modernizar el sistema sanitario.
Otra gran asignatura pendiente de internet en los próximos años será reducir la piratería y encontrar modelos de negocio que permitan proteger la propiedad intelectual en un entorno donde cada vez es más fácil acceder a todo tipo de contenidos online.
Países como EEUU están logrando convencer al internauta de las ventajas del consumo legal de películas y música gracias a sitios como Hulu.com o la tienda online de Apple, pero en algunos países la piratería sigue siendo un grave problema.
En el caso del software, el aumento del acceso a Internet en los mercados emergentes y la popularización del software basado en la red están contribuyendo al incremento del software pirata.
Según la organización estadounidense BSA, las pérdidas para el sector ascendieron el pasado año a más de 50.000 millones de dólares, un 11 por ciento más que en 2007.
La próxima ola de piratería online, opinan los expertos, podría afectar a una nueva industria, la editorial, pues los nuevos lectores electrónicos están contribuyendo a que cada vez haya más copias ilegales de libros circulando libremente en la red.
Internet se enfrenta también, opinan algunos expertos, a un dominio cada vez más excesivo por parte de algunas empresas. En teoría, la red nació como un medio que fomentaría la pluralidad y en el que un internauta con un blog y un gran conglomerado mediático tendrían, en principio, las mismas oportunidades.
Gigantes de Internet como Google, YouTube, Amazon, Facebook, Microsoft o Yahoo concentran hoy buena parte del tráfico en la red y una importante porción de la suculenta tarta de la publicidad online.
Y es que nos hemos vuelto tan dependientes de algunas de estas compañías que un hipotético problema técnico en una de ellas podría llegar a generar un caos mundial, como pudo demostrarse el pasado jueves.
Ese día, la página de Google se "cayó" durante aproximadamente una hora y media dejando sin servicio a cerca del 14 por ciento de sus usuarios, principalmente en EEUU, muchos de los cuales tampoco podían usar otras herramientas como Gmail o Google Analytics.
Las quejas y comentarios sobre el incidente se extendieron en cuestión de minutos en blogs, diarios online y servicios como Twitter, donde cientos de personas "twittearon" sobre el incidente.
"Si Google no funciona, yo no puedo trabajar", reflexionaba el viernes Dave Methvin, experto y blogero de la revista estadounidense "InformationWeek". "¿Hay que tener miedo de la dependencia de Google o más bien tratarlo como la necesidad de agua y comida?".
EFE
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