Todo fue gracias a su nieta Priscilla, quien escribió a los desarrolladores de los lentes contándoles la historia de su abuela y pedirle que le den un kit de prueba para ella.
El último deseo antes de morir de Roberta Firstenberg, una anciana con cáncer en etapa terminal, era el de ver nuevamente el mundo exterior por última vez y los lentes de realidad virtual Oculus Rift lo hizo realidad
Todo fue gracias a su nieta Priscilla, quien escribió a los desarrolladores de los lentes contándoles la historia de su abuela y para pedirle que le den un kit de prueba para ella.
Su sorpresa fue grande cuando Kevin Crawfod, del área de Servicio al Consumidor de la compañía, le respondió y le hizo saber que la compañía estaba emocionada y querían ayudar a cumplir el último deseo de su abuela.
Priscilla, quién es desarrolladora de videojuegos, adaptó el Oculus con una reproducción virtual de una villa en La Toscana (Italia) donde su abuela pudiese "caminar" y ver el exterior por última vez.
Está fue la reacción de su abuela, quién falleció meses después como lo habían pronósticado los médicos.
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