Astrónomos españoles y mexicanos determinaron que esos cuerpos celestes tienen en común la eyección de chorros de materia a muy alta velocidad.
Un estudio llevado a cabo por un equipo internacional de astrónomos españoles y mexicanos encabezado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) revela similitudes entre las estrellas jóvenes y los agujeros negros, lo que apunta a que se rigen por un mecanismo común.
El trabajo, que se publica esta semana en la revista "Science", se centra en los chorros de materia a muy alta velocidad que expulsan tanto las estrellas jóvenes como los agujeros negros, y que constituye una de las primeras evidencias de que se rigen por un mecanismo común gobernado por el campo magnético, informó hoy el CSIC.
Según explicó a Efe Guillem Anglada, miembro del Instituto de Astrofísica de la región española de Andalucía, con sede en Granada, y uno de los investigadores del estudio, en su proceso de nacimiento una estrella se forma de material interestelar (gas y polvo) que se concentra en el centro para dar lugar al astro, alrededor del cual se forma un disco de material en rotación que dará finalmente lugar a la formación de un sistema planetario.
Pero no todo ese material interestelar inicial acaba formando parte de la estrella, sino que una parte importante es expulsada hacia el exterior a una enorme velocidad (a centenares o miles de kilómetros por segundo), por medio de un chorro supersónico.
Eso también ocurre en los agujeros negros, que despiden chorros supersónicos pero a velocidades aún mayores (cercanas a la de la luz), lo que produce una radiación denominada sincrotrón.
Esa radiación se creía exclusiva de los agujeros negros y ahora se ha demostrado que las estrellas jóvenes también la producen, según el investigador, que precisa que el hallazgo no sólo demuestra la similitud entre las estrellas jóvenes y los agujeros negros, sino que permite estudiar cómo es el campo magnético de esos objetos.
"En los agujeros negros se sabía que hay un campo magnético muy fuerte, pero en el caso de las estrellas jóvenes esto no se sabía, luego la conclusión final es que las estrellas jóvenes normales tienen exactamente los mismos ingredientes que los agujeros negros supermasivos que están en galaxias lejanas", señala Anglada.
Se trata, según la información dada a conocer por el CSIC, de un hallazgo pionero porque es el primer chorro magnetizado detectado en una estrella en formación.
"Este resultado abre una nueva vía para estudiar el campo magnético, el parámetro más desconocido en el proceso de formación estelar", afirma Carlos Carrasco, el investigador principal.
En concreto, el equipo investigador ha conseguido medir la distribución e intensidad del campo magnético en el chorro de materia denominado HH 80-81 expulsado por IRAS 18162-2048, una estrella en formación situada a 5.500 años luz de la Tierra.
Para ello han observado la radiación sincrotrón, producida por electrones viajando a velocidades próximas a la de la luz en presencia de un campo magnético, aplicando el mismo método que se usa para estudiar los chorros expulsados por agujeros negros en núcleos activos de galaxias. EFE
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