Con 30 años, Sam Bankman-Fried era considerado como una de las mentes más brillantes del mundo de criptomonedas. Ahora, su imperio se derrumba y no parece haber salvación.
El mercado de criptomonedas está pasando nuevamente por una crisis y, en resumidas cuentas, existe un responsable: Sam Bankman-Fried (mejor conocido como SBF).
A sus 30 años, el estadounidense está pasando por su etapa más complicada a raíz de los llamados “malos manejos” en sus empresas FTX y Alameda Research, firmas de intercambios y prestamistas de criptomonedas. Solo el pasado martes, su fortuna cayó en un 94 % en cuestión de 24 horas.
“El niño maravilla”
Bankman-Fried es físico titulado y especialista en matemáticas. En 2019, se mudó a Hong Kong para fundar FTX, un intercambio de criptomonedas que creció tanto hasta ingresar al top 10 de las más importantes del mercado.
FTX mantenía su propia moneda llamada FTT en la que los usuarios invertían y brindaban el dinero suficiente para las actividades del CEO. Él, ni corto ni perezoso, compró acciones en firmas de capital de riesgo como Sequoia Capital.
SBF ha declarado ser ‘altruista’, y esperaba dar grandes cantidades de su riqueza a organizaciones benéficas. Actualmente, sus divisiones han desaparecido ante el colapso.
La crisis que afronta
FTX se mudó en 2021 a Bahamas, en un círculo interno de 10 compañeros que, además de involucrarse sentimental e íntimamente, manejaban la empresa.
Estas últimas semanas, la burbuja reventó y múltiples rumores de falta de liquidez (dinero para transacciones) fueron confirmados por una empresa rival: Binance. Su CEO, Changpeng Zhao, declaró que estaba ofertando comprar la compañía al 100 % por su falta de dinero. Su meta, señalaba, era salvar la industria de criptomonedas e intentar rescatar la confianza de los miles de inversores que tenían su dinero en FTX.
Lastimosamente para los intereses de SBF, Binance puso una cláusula de salida si es que FTX revelaba manejos cuestionables en sus libros de contabilidad. Un día después del anuncio de la compra, la empresa dio marcha atrás.
Según reportes, Bankman-Fried instaló la puerta trasera en el software de contabilidad de FTX, lo cual le permitía saltarse el filtro de seguridad para mover los fondos de los usuarios de su plataforma a voluntad. Se ha determinado que, de manera inicial, SBF envió 10 mil millones de dólares desde esta plataforma a Alameda Research, una firma hermana. 1.7 mil millones de dólares han desaparecido sin dejar rastro.
Según Financial Times, FTX tenía 9 mil millones de dólares en pasivos frente a solo 900 millones en activos vendibles.
El escándalo es tan fuerte que autoridades de Estados Unidos están detrás del personaje.
Bankman-Fried, quien renunció como CEO del intercambio de criptomonedas el viernes después de que la compañía se declarara en bancarrota bajo el Capítulo 11, dijo a Reuters que actualmente se encuentra en las Bahamas, negando los rumores de su llegada a Argentina.
El caso es tan polémico en medio de las finanzas que Michael Lewis, el autor de The Big Short, ya ha vendido los derechos cinematográficos de un libro sobre esta reciente crisis. Según una agencia de talentos, Lewis está entrevistando a Bankman-Fried desde hace meses, contando su vida y dando su versión propia sobre el problema de FTX.
¿En qué terminará este caso? Por el momento, en lo que parece ser una historia de un pez gordo cayendo por sus propios vicios y ambiciones.
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