Los amigos ven pasar a Lucho conduciendo un lujoso auto y acompañado de un rubia y deciden seguirlo.
Bárbara Aurich llama a Lucho, a quien ella llama Chacho Dammert, y le reclama por haberla dejado plantada dos veces, incluso dentro de la casa de los Maldini. “Este es el momento en que debes resarcirte”, le dice y lo insta a que la invite a salir.
Lucho duda pero la llamada de Bárbara es tomada delante de Miguel Ignacio quien al oír el pedido de la mujer alienta a su asistente en que se transforme en Chacho Dammert, esa leyenda masculina de los 80.
Y así, Chacho recoge Bárbara y salen a pasear pero se cruzan en una calle con el microbús de Pepe y Tito que el verlo pasar deciden seguirlo. Lo encuentran ye hablan con él. “¡Hermano qué buena cañaza!”, le dicen al ver el lujoso auto. “¡Y está buena la tía!”, añaden.
Bárbara se alarma pues cree que se trata de ladrones y teme que Chacho no pueda enfrentarlos. Chacho (Lucho) se acerca de Pepe y Tito y les pide que no dejen en evidencia. “¡Golpéenme!”, les pide. Pepe y Tito lo hacen mientras Bárbara escapa a pedir auxilio pero Chacho se convierte en todo un luchador y golpea a sus atacantes hasta hacerlo huir.
Bárbara queda totalmente impresionado por lo que acaba de ver. “¿Y siempre me querrás aunque no tenga dinero?”, le dice Chacho. “¡Qué importa el dinero si yo tengo todo el dinero del mundo! ¡Vámonos de aquí! ¡Llévame contigo!”, le pide Bárbara y Chacho toma el timón de su auto y parte raudo con la mujer que está embelesada.
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