Nueva serie de Tv muestra que la mujer jamás fue el sexo débil. Va todos los jueves de noviembre a las 21 horas.
Cada jueves del mes de noviembre, muestra a través de sus pantallas un nuevo seriado que demuestra que la mujer jamás fue el sexo débil. Se trata de Vida en llamas, programa que sigue de cerca a cuatro valientes bomberas californianas, que arriesgan su vida para atender emergencias de incendios en las inmediaciones de su ciudad. En la producción se intima en la cotidianidad de cada una de estas féminas para contrastar su arrojo profesional, con el frágil universo familiar que las rodea, al tratar a sus padres, parejas e hijos.
El seriado está concebido en clave intimista, como es la característica de los contenidos de Bio, y cuenta con seis episodios de 60 minutos cada uno. En este caso, es el discurso femenino personal, testigo en primera persona de una labor admirable a la ciudadanía, el ser oficial de los bomberos, y que por su rudeza es más vinculada al sexo masculino. Ellas son Nica Vásquez, Rosanne Grier, Dyck Michele y Diley Greiser.
Para el jueves 22 de noviembre, todas las aguerridas bomberas será sometidas a “Pruebas”. La primera es Nica, quien se apresura en ayudar a una mujer embarazada y un niño, involucrados en un accidente de tránsito, antes de regresar a casa para asistir a la despedida de soltera de su hija Alyssa.
Diley honra la memoria de su hija, al unirse a una organización llamada Vestidos de Rena, que dona vestidos de fiesta para niñas de bajos recursos. Rose sigue en la lucha por lograr la posición permanente, cuando se enfrenta a una llamada de emergencia de un enorme incendio. Y Michele intenta obtener la licencia como operador de embarcaciones para responder a rescates en aguas abiertas.
Los estrenos de noviembre finalizarán el 29, con el capítulo “Arriesgando todo” en el que Nica se expone a contraer una enfermedad de transmisión sanguínea, tras atender una emergencia. Fuera de servicio, invita a sus hermanas y discuten sobre la boda de su hija. Mientras, en una llamada con un paciente de edad avanzada, Diley recuerda a su abuela enferma y su infancia en Cuba cuando se vio obligada a dejar su familia para vivir exiliada en los Estados Unidos. Después de una separación de treinta años, tendrá una emotiva reunión con sus familiares cubanos en Miami. Para Michele será su última guardia en la estación 62, pues ya está por graduarse y alcanzar su cargo de ingeniero permanente. Lo mismo busca Rose, quien contrata a un entrenador personal para mejorar sus habilidades con el fin de lograr su puesto anhelado puesto estable.
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