El CEO de Tesla ahora es un “empleado gubernamental especial”, una categoría que le otorga acceso a información sensible y suscita cuestionamientos sobre sus alcances e implicaciones.
Elon Musk ha sumado un nuevo título a su ya extenso currículum: la Casa Blanca lo ha designado como “empleado gubernamental especial”. Este nombramiento ha generado preocupación en distintos sectores, ya que le permite desempeñar funciones clave dentro del gobierno de EE.UU., particularmente en la reducción del gasto federal. Su acceso a información financiera sensible ha despertado críticas y preocupaciones sobre posibles conflictos de interés.
El grupo de trabajo DOGE, liderado por Musk y creado por la administración Trump, ahora tiene acceso a la Oficina del Servicio Fiscal, encargada de gestionar pagos gubernamentales como los cheques de Seguridad Social y los salarios federales. Expertos en regulaciones financieras advierten sobre los riesgos de permitirle este nivel de injerencia en las finanzas estatales.
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Musk y su categoría de empleado
La categoría de “empleado gubernamental especial” se otorga a personas con conocimientos especializados que colaboran con el gobierno por un periodo máximo de 130 días al año. Según el Departamento de Justicia de EE.UU., esta figura está sujeta a regulaciones éticas distintas a las de otros funcionarios.
Aunque no se ha confirmado si Musk recibirá un salario por este rol, informes de CNN indican que el CEO de Tesla no tendría la obligación de presentar un informe de divulgación financiera. Esta exención ha sido criticada por legisladores que consideran que su participación en decisiones gubernamentales podría beneficiar indirectamente a sus empresas.
Acceso a datos sensibles y preocupaciones legales
Una de las principales preocupaciones radica en el acceso que tiene DOGE a sistemas financieros del Departamento del Tesoro, lo que ha provocado demandas de sindicatos y asociaciones de jubilados. Los denunciantes argumentan que este acceso pone en riesgo la privacidad de millones de contribuyentes, ya que la Oficina del Servicio Fiscal gestiona información bancaria y números de Seguridad Social.
Richard Painter, exabogado de ética del gobierno de George W. Bush, ha señalado que Musk podría estar incurriendo en un delito si utiliza su cargo para tomar decisiones que afecten sus propios intereses financieros. Otros expertos advierten sobre el riesgo de filtraciones o uso indebido de datos personales de ciudadanos.
Controversia por las acciones de DOGE
Desde su creación, DOGE ha operado sin un estatus claro dentro del gobierno federal, lo que ha generado múltiples críticas. Recientemente, su intervención en el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha despertado dudas sobre los límites de su autoridad.
Legisladores y grupos de defensa del consumidor insisten en la necesidad de mayor transparencia sobre las funciones de Musk en el gobierno. Consideran que su participación plantea interrogantes sobre la concentración de poder en una sola persona y la posibilidad de que sus decisiones no estén sujetas a controles adecuados.
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