Cómo terminé jugando un torneo de Mortal Kombat 11 en las ruinas de una fábrica de trenes chilena

Si hay algo, que nunca hubiera pensado que me pasaría en la vida es que, de la noche a la mañana, estaría tomando un vuelo invitado a pasar el fin de semana en Chile para participar en un torneo de un juego muy querido para mí en una estación de trenes abandonada. La vida si da vueltas ¿no? Pero gracias a nuestros amigos de Get Gosu, tal aventura fue alcanzable y las cosas que vi en mi viaje me han llenado de esperanza por el juego y su comunidad.

¡Me voy a Chile!

La aventura comenzó unos días antes, en un evento de medios peruanos de Mortal Kombat 11, donde tuve la oportunidad de entrar a un torneo. Todo por la posibilidad de irme a Chile a un evento aún más grande. Estaba con el corazón en el pecho, estas oportunidades no se daban muy seguido y casi nunca con este estilo de juegos. Este era mi momento.

Gracias al cielo sucedió. Estaba para nada preparado, pude jugar la Beta de Mortal Kombat 11 cuando salió. Pero aparte de jugar el modo historia, no había tocado mucho el juego. Pero ¿Acaso alguien lo estaba? El juego acababa de salir ni bien ayer. Todos estábamos verdes y solo podía confiar mi experiencia con otros juegos.

Por suerte logre llevarme la victoria. Estuve cerca de que me botaran del torneo en mi primera pelea. Mi corazón corría a mil de solo los nervios y la angustia, pero una vez que empecé a jugar, encontré mi ritmo y remonté la pelea de un 1-0 a un 1-2. Siempre he tenido el problema que mi propia inseguridad me ha mantenido temeroso de ganar. Aun así, mi victoria fue asegurada pero la duda se llenó en mi mente. Una de las razones, por las que juego el género de juegos de pelea que me gusta tanto, es porque me da la seguridad de que me merezco mi propia victoria y esta vez fue así. Me había coronado como ganador. Me iba a un evento de Mortal Kombat 11 a Chile y no puedo estar más orgulloso que ahora. El viejo Scorpion, nunca falla.

Una comunidad en busca de un sueño

Una vez ya en Santiago de Chile, me encontré con el que sería mi anfitrión. Nada más que el veterano jugador de Mortal Kombat ETC McFly (Bastian Rojas) me acompañaría a través de mis días en Chile. El fue quien se aseguró que estuviese cómodo mientras el evento se llevaba a cabo. Pero no solo eso, porque también era el responsable y la cabeza detrás del torneo que se planeaba para el domingo.

Este torneo de Mortal Kombat 11, significaba muchas cosas para muchos. Para la comunidad de MK chilena, significaba la celebración y aniversario de 8 años desde su creación. Para sus jugadores, era el comienzo del Shao Khan Tournament, una nueva liga de Mortal Kombat 11. Pero este evento, tenía lo más importante para ETC McFly (Bastian Rojas), porque era su búsqueda de crear algo que todos recordaran.

ETC McFly vive y respira Mortal Kombat. Como jugador veterano, su oficina esta repleta de recuerdos de viajes pasados. Encuentros con creadores y artistas que estuvieron detrás de la creación de los clásicos Mortal Kombat de las maquinitas. Un lugar que haría a cualquier coleccionista celoso y muestra lo mucho que ha recorrido en este camino. Incluso tener su propio segmento de juegos de pelea en televisión por cable nacional. ETC Mc Fly, es en el juego y detrás de el un hombre realizado, en donde su única frustración es no llegar a más, es por esto que este torneo es tan importante para él.

En el tiempo que he pasado acompañado por el y las conversaciones de su comunidad, vi en ETC Mc Fly un líder carismático y decidido a dejar que su pasión lo lleve a lograr cosas que antes no pensaba posibles. Muchos consideran que la comunidad nunca hubiera podido haber llegado tan lejos, sin alguien como el para impulsarlo. Es algo que se nota, a medida que lo he visto ver pieza por pieza la formación del evento. Un torneo creado con tanto cariño y amabilidad de las personas que participaron, todos creyendo en un sueño. Si lo construyen, ellos vendrán.

Un lugar único para una comunidad única

Para ETC Mc Fly, este era el evento porque el que se hablaría por años y por eso elegio un lugar muy especial para tenerlo. En Chile, se le conoce como la Maestranza: una estación abandonada de trenes, establecida en 1855. La Maestranza de San Bernando cumplía su función como fábrica y lugar de reparación de vagones de ferrocarril. Estas líneas del tren se dedicaban a unir todo Chile, pero una vez que su servicio acabó, fueron totalmente abandonadas, incluso con su propia tragedia en donde un choque de vagones en 1955 tomo la vida de 38 personas.

La Maestranza es ahora un fantasma de lo que fue. Solo tres edificios quedan, el resto fue demolido alrededor para crear edificios de departamentos modernos. Las líneas ferroviarias, saqueadas para ser vendidas pieza por pieza. Pero de lo que queda es un lugar único, ahora protegido por el gobierno chileno como patrimonio histórico. Los edificios también han sufrido daño, después del terremoto se puede ver que el techo puedes desmoronarse muy fácilmente.

Por dentro, el lugar es vacío y desolado.  Un lugar digno de películas post apocalípticas como Mad Max o videojuegos como Fallout. Grafitis de pared a pared. La Maestranza, ahora sirve de lugar para grandes y pequeñas producciones televisivas o de Youtube. De solo caminar, pude ver un grupo de chicas terminando lo que se veía como un video musical, mientras que un grupo de chicos temerarios escalaban las peligrosas paredes y llegaban a metros de altura. Sin necesidad de pedir permisos, la zona es absolutamente libre para transitar. Un lugar que sería peligrosísimo en Lima, es un lugar para pasear a tus perros una tarde en Chile. Es increíble no solo lo muy único que es, sino lo muy bien cuidado que es por la comunidad cercana, una maravilla urbana. Es aquí en donde seria nuestro torneo.

Una pelea por el futuro

El evento comenzaría y terminaría relativamente temprano, gracias a la baja temperatura que hay en Chile, que solo se pone peor a medida que llega la noche. Era un torneo hecho enteramente por la comunidad. Con falta de auspiciadores, la esperanza es que siendo un evento tan único reviva el interés de las grandes marcas hacia la comunidad. Es por esto que fue la mejor demostración posible de lo mejor que la comunidad chilena de Mortal Kombat 11 podía ofrecer.

Los top 9 jugadores chilenos de Mortal Kombat y un peruano confundido serian la gran atracción del evento. Todo rodeados de ruinas urbanas en un lugar único y con una gran pintura en grafiti solo para ese evento. Alrededor de amigos, fue una increíble experiencia. Podías ver en sus interacciones, a medida que el sol caía, que la historia de había entre ellos los unía. Conversaciones llenas de anécdotas, torneos y impresiones del juego. Se notaba el tiempo compartido que todos tenían.

En el torneo pude conocer lo mejor de Chile, la comunidad más fuerte de Mortal Kombat solo comparable con Brasil. Igual que con los peruanos y Tekken, los chilenos se defienden muy bien en Mortal Kombat. Con mi experiencia como jugador casual y falta de práctica, simplemente no tenía oportunidad. Pero no me siento mal, porque pude ser parte de algo especial. Mi verdadera misión es llevarle esta historia a todos los que lean estas palabras.

Al final, fue el jugador de Isurus Gaming “Hey George” el que se llevó el triunfo. Siendo el primer ganador de la inauguración del Shao Khan Tournament. La nueva liga latinoamericana, tiene como propósito promocionar torneos de Mortal Kombat 11 a través de toda Latinoamérica.  Con el ganador llevándose el torneo a su país.

Unas últimas palabras en la tierra del sur

Una vez el torneo terminado y en mi último día en Chile. ETC Mc Fly y yo, tuvimos una última conversación. Hablamos acerca de nuestras experiencias en nuestros viajes, cómo comenzamos a dedicarnos a un género que por mucho tiempo estuvo olvidado, cómo podemos ver que en países más avanzados tener un futuro con éxito es posible. Solo tenemos que encontrar la forma de traerlo aquí, para los jugadores que más lo necesitan.

Tratamos de ver al futuro, planeando y tratando de encontrar el próximo gran momento de nuestras vidas. Pero justo como la rapidez de estos últimos días, avanzar es una mezcla de trabajo duro y esperar a que lo mejor suceda. Es un futuro que da miedo, porque es un camino absolutamente nuevo y nadie ha logrado algo parecido. No hay instrucciones, no hay un plano. Pero al mismo tiempo, eso es lo que nos atrae. Porque como no hay un camino, tampoco hay un final. No hay un momento en donde tengamos que parar. Regreso a las tierras limeñas, un poco más seguro que el futuro que busco y que nadie más tiene. Puede existir para mí, de la misma forma que en un torneo cualquiera pude ganar. Solo tienes que saber y creer en lo que puedes hacer.