La niña de 15 años desapareció en Arizona en agosto de 2022. Gracias a una conexión a su cuenta de juegos en la Nintendo Switch finalmente fue ubicada.
Un caso de desaparición que data de agosto de 2022 fue resuelto en algunas semanas y es gracias a un dato en el lugar menos esperado: en una consola Nintendo Switch.
Una menor de 15 años fue secuestrada tras ser engañada por un usuario que la agregó a su lista de amigos de redes sociales. Sin embargo, el que le permitiera llegar su consola de juegos fue clave para encontrarla.
Así fue su búsqueda
La niña desapareció el 3 de agosto de 2022, cuando se hizo amiga de Ethan Roberts, de 28 años.
Este depravado fue hasta Virginia para darle el encuentro y secuestrarla. La menor sufriría de abuso sexual infantil.
Dentro de los objetos que el sujeto permitió a la menor para que no se siente absolutamente sola estaba la Nintendo Switch, la cual ayudó a su posterior localización.
La menor compró juegos en Amazon, así que inició sesión y descargó juegos desde su consola. Una amiga suya vio que el nombre de la niña aparecía en la lista de actividades de Switch y rápidamente contactó al FBI.
La unidad de investigación contactó inmediatamente a Nintendo para recopilar información sobre la actividad del usuario y así obtener la dirección IP de la conexión de internet en la que se conectó. La empresa japonesa colaboró y es así como se pudo rastrear la ubicación de la consola y la menor.
La menor se encontraba a 2 mil millas de distancia de su hogar. Los detalles precisos de cómo se utilizó Nintendo Switch para identificar su ubicación no se han revelado públicamente.
La condena
Ethan Roberts contactó a la menor a través de Omegle para luego pasar sus conversaciones a Discord y Snapchat.
Roberts coaccionó a la adolescente, “insistiendo” en que conociera a extraños en Omegle para venderles desnudos entre el 3 y el 14 de agosto de 2022, según documentos judiciales vistos por Kotaku.
Roberts fue acusado de cuatro cargos, incluida la tentación en línea de un menor, el transporte de un menor y la recepción de pornografía infantil. Hizo un acuerdo de culpabilidad y fue sentenciado a 30 años en una prisión federal en abril pasado.
El caso ha tenido un profundo impacto en la familia de la niña, quienes están agradecidos de tener a su hija de vuelta en casa sana y salva. También ha servido como un recordatorio de la importancia de la tecnología en la sociedad moderna.
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