Los padres deben tener clara su función, que en estos casos es la de acompañar a sus hijos con sus tareas, esto no significa ser profesores, sino ser facilitadores.
Hace unas semanas la frase de “vuelta al Cole” representaba no solo la alegría de los niños, sino también la de sus padres. Este regreso, después de unas largas vacaciones de verano y de habérselas ingeniado para manejar sus horarios de trabajo con las actividades de sus hijos, significaba un respiro para los padres y un encuentro con sus amigos y colegio, para los escolares. Pero, de un momento a otro, todo cambió.
Pasamos de dos semanas de aislamiento social a más de 40 días y actualmente, a clases virtuales. A estas alturas de la cuarentena, creo que todos ya hemos logrado asimilar y entender lo que viene ocurriendo y cómo será el resto del año en el tema escolar.
Los centros educativos que antes eran los aliados de los padres, donde ellos podían dejar a sus hijos, confiando en su seguridad, enseñanza y que les daban un orden/estructura a los escolares y a los padres; pasaron a ser entidades poco empáticas y enemigas de nuestra tranquilidad. Las diferentes clases, la nueva modalidad y el cúmulo de tareas, han hecho que nuestros niveles de estrés como padres aumente en gran escala. Nos sentimos no solo responsables por el cuidado y protección de nuestros hijos, sino responsables absolutos por el aprendizaje de TODAS las lecciones brindadas ¡Qué estrés!
¿Cómo podemos manejarlo?
1. Explicarles a los niños la nueva rutina
Es decir, comunicarles que la nueva metodología de clases durante este año será desde casa. Ellos deben saber cuál será la nueva situación y no quedarse esperanzados de que en algún momento del año regresarán al colegio.
2. Hacerlos participes de acomodar el lugar donde van a estudiar diariamente para que se sientan cómodos
Involucrarlos en esto, hará que puedan tener otra actitud frente a la nueva situación.
3. Establecer horarios para sus actividades académicas y organizar momentos para que ellos puedan conectarse virtualmente con sus amigos más cercanos
Esto los ayudará a sentirse acompañados con personas de su misma edad.
4. Acondicionar juegos, que antes solían jugar, a los espacios de la casa
La recreación y adaptación de esos juegos serán un desafío y un modo de hacerlos cómplices de algo divertido.
5. Alternarse, con los miembros de la familia, la división de tareas domésticas y el acompañamiento de los niños al momento de sus clases
Esto les permitirá que el/los cuidador/res del niño no se sobrecarguen.
6. Buscar apoyo e intercambiar ideas con grupos cercanos, ayudará a los cuidadores a encontrar otros caminos para manejar diversas situaciones y a sentirse entendidos por lo que están pasando.
Finalmente, los padres deben tener clara su función, que en estos casos es la de acompañar a sus hijos con sus tareas, esto no significa ser profesores, sino ser facilitadores. Quitémonos ese peso extra de encima y no perdamos nuestra principal tarea, ser padres.
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