Un especialista en medicina familiar y comunitaria explica los peligros a la salud física y mental en una familia a partir de la inundación de agua de alcantarilla en el distrito de San Juan de Lurigancho.
La rotura de una tubería principal en la zona de Los Tusílagos en el distrito de San Juan de Lurigancho originó grandes acumulaciones de agua de alcantarilla en varias áreas de la zona. Esto obligó a las familias a abandonar sus hogares para ir a vivir en extensos campamentos localizados en parques y losas deportivas.
Vivir en un lugar público, sin objetos personales, sin baño, sin aquello que hace de tu casa un hogar produce una serie de efectos dañinos a la salud de la persona, pero también de la familia entera.
RPP Noticias se comunicó con el especialista en medicina familiar y comunitaria, Pedro Quispe, docente de la carrera de Enfermería en la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH), para conocer cuáles son los impactos en la salud mental y física de la familia por esta tragedia.
Pedro Quispe afirma que un suceso repentino como el del aniego en San Juan de Lurigancho ocasiona daños graves primero en la salud mental de las familias. “Observamos que nuestro estilo de vida cambia de un momento a otro porque debemos tener en mente estar vivos. Existen dos grandes factores que impactan especialmente a las familias: la reducción del espacio y de la privacidad”, explicó.
El especialista afirma que estos factores originan estrés y ansiedad en la familia porque no tienen aquello por lo que habían trabajado tanto. “En casos extremos puede originar depresión”, agregó. Más aún porque las autoridades del Ministerio de Salud dijeron que aquellos objetos con que tuvo contacto el agua contaminada deben desecharse.
No es gratuito que también fue noticia que muchas familias no querían abandonar sus casas por temor a que les roben. Veían cómo su esfuerzo, literalmente, se echaba al agua.
Posibles daños por hacinamiento
Las familias rescatadas del aniego han sido colocadas en varios parques y lozas deportivas para que estén a salvo de la inundación del agua alcantarillada. Sin embargo, si este tipo de manejo de varias familias se hace mal se podría caer en un hacinamiento.
Pedro Quispe señala que convivir en espacios sin mucha ventilación, como las carpas, en largos períodos de tiempo y con mucha gente alrededor origina una mayor posibilidad de contagio de infecciones respiratorias. Los problemas gastrointestinales por solo usar letrinas también podrían derivar en diarreas, señala el experto.
Además, si no hubo un baño constante luego de haber tenido contacto con el agua contaminada podría originar dermatitis, agregó el experto.
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