Vacuna contra la meningitis da protección contra la gonorrea

Un estudio publicado en The Lancet detectó que la vacuna contra la meningitis del grupo B brinda protección contra la gonorrea, una Infección de Transmisión Sexual (ITS) que se ha vuelto cada vez más resistente al tratamiento con antibióticos, según advirtió la Organización Mundial de Salud (OMS).

Se analizaron 14 730 casos correspondientes a pacientes de clínicas de salud sexual de 15-30 años diagnosticados con gonorrea, clamidia o ambos, y que -además- habían sido elegidos para inmunizarse contra la meningitis durante una campaña de vacunación masiva realizada en Nueva Zelanda entre 2004-2006.

Los investigadores neozelandeses descubrieron que la vacuna contra la meningitis B reducía en un 31 % las posibilidades de contraer gonorrea, ello en comparación con quienes no habían sido inmunizados.

"Al parecer existe una reacción cruzada entre la estructura de la bacteria que produce la meningitis y la estructura de la bacteria que produce la gonorrea. No es que se haya descubierto una vacuna, lo que se ha descubierto es que si una persona se vacuna contra la meningitis, de paso queda entre el 31 % de los casos protegidos contra la gonorrea", explica Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias.

A partir de este hallazgo surge una oportunidad para trabajar en el desarrollo de una vacuna contra la gonorrea, enfermedad que cada año afecta a 78 millones de personas en el mundo, según reporta la OMS.

"No se sabe qué parte de ambas bacterias son comunes, para que de una vez se desarrolle una vacuna contra la gonorrea", comenta Huerta.

La meningitis es una infección de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal. La causa más frecuente son las infecciones virales, pero cuando el origen es bacteriano, puede provocar la muerte o daño cerebral.

En tanto que la gonorrea es una Infección de Transmisión Sexual (ITS), y la OMS ha advertido recientemente sobre un nuevo tipo resistente a los antibióticos que se está volviendo intratable.

Esta enfermedad puede extenderse por los genitales, recto y garganta, siendo el sexo oral la forma de actividad sexual que contribuye a la resistencia al tratamiento.

Afecta principalmente a la mujer, porque causa infertilidad y dolor pélvico inflamatorio.

"Son tres las reglas de oro para todas las enfermedades de transmisión sexual, la abstinencia sexual, la monogamia mutua y el uso del preservativo desde el comienzo hasta el final de cada relación sexual", indica Huerta.