Conoce cómo transformar las correcciones en oportunidades de diálogo que fortalezcan la relación con tus hijos adolescentes.
Ser padre de un adolescente puede ser un desafío, especialmente cuando se deben abordar conductas que generan preocupación. Durante esta etapa, es común que los jóvenes busquen afirmar su identidad y, en ese proceso, cuestionen o incluso desafíen las normas familiares. Esta dinámica puede llevar a conflictos, ya que los adolescentes suelen reaccionar con resistencia o irritabilidad ante cualquier corrección.
En una entrevista para RPP, Sol Misa, psicoterapeuta familiar, sugirió a los padres adoptar una perspectiva distinta para que los hijos comprendan el propósito detrás de las correcciones. Más que intentar "corregir", el objetivo debería ser que los jóvenes entiendan que lo que se busca es fomentar un “nuevo aprendizaje”, que no se trata de cambiar su identidad, sino de guiarlos hacia un desarrollo más saludable.
La importancia de generar nuevos aprendizajes
El término "corrección" puede ser percibido negativamente por los adolescentes, quienes, a esa edad, son especialmente sensibles a las críticas. Para suavizar el impacto, Misa recomienda siempre aclarar lo siguiente: “Es tu conducta, no tu persona”. Esto lo que hará es ayudar a los jóvenes a entender que no se les está rechazando a ellos, sino a una acción específica que podría tener consecuencias desfavorables hacía su persona.
Una de las barreras más grandes que encuentran los padres al guiar a sus hijos adolescentes son los amigos, quienes muchas veces tienen una influencia significativa. En esta etapa, construyen gran parte de su identidad a través de sus relaciones sociales y, por lo tanto, los amigos representan una gran influencia, y en ocasiones esto lleva a nuestros hijos a rechazar recomendaciones, por temor a quedar mal con ellos.
Para abordar esta situación, la psicoterapeuta familiar sugiere que los padres guíen a sus hijos a cuestionarse y reflexionar sobre sus decisiones. Hacer que se pregunten: “¿Por qué esto preocupa a mis padres?” o “¿Qué riesgos ven ellos en esta conducta que no he considerado?” puede ayudar a que puedan analizar las consecuencias de sus acciones sin sentir que su círculo social o amistades están siendo atacados.
Vivir bien
La importancia de generar nuevos aprendizajes
Hacer de la comunicación una herramienta positiva
Para Misa, la clave de una comunicación efectiva con los adolescentes radica en reconocer sus sentimientos y dejar claro que el enfoque está en los riesgos de una mala conducta, no en cuestionar su persona o su círculo social. Esto les permite reflexionar en un espacio seguro, sin sentir que sus padres buscan imponer restricciones.
Llevarlos a cuestionarse a ellos mismos les da herramientas para pensar en sus propias conductas y en los motivos detrás de las preocupaciones de sus padres. Esto permite que el adolescente pueda reflexionar sobre su comportamiento y sobre las consecuencias, sin sentir que su identidad o su círculo social están siendo criticados.
Con estos enfoques, Sol Misa propone una forma más constructiva y empática de tratar con adolescentes, ofreciendo a los padres herramientas para corregir desde la comprensión y el aprendizaje. Este enfoque no solo ayuda a mejorar la relación con sus hijos, sino también a fortalecer en ellos un sentido de responsabilidad y autoconciencia, necesario para tomar decisiones maduras y seguras.
Vivir bien
Hacer de la comunicación una herramienta positiva
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