Identificar la raíz del problema, evitar castigos físicos y establecer una comunicación efectiva son claves para enfrentar la desobediencia en los hijos, según la especialista en temas de crianza Pilar Rodríguez.
Es común que los padres experimenten frustración o se sientan desesperados cuando sus hijos, ya sean pequeños o adolescentes, no obedecen. La desobediencia infantil no solo genera tensiones en el hogar, sino que también puede afectar el desarrollo emocional y social del niño.
Para abordar este tema, es crucial entender las causas que originan este comportamiento, las posibles consecuencias y las estrategias más efectivas para corregirlo. Pilar Rodríguez, especialista en temas de crianza, ofrece orientaciones clave en este sentido.
La importancia de identificar la raíz del problema
Según Rodríguez, es común que los padres se centren en la conducta problemática del hijo sin detenerse a considerar cuál es la causa de ese comportamiento. Es fundamental recordar que estas conductas suelen germinarse desde la infancia.
Una vez que se descubre lo que motiva este tipo de comportamiento, tanto los padres como los especialistas pueden abordar el problema de manera más efectiva y evitar que se repitan estas conductas.
La infancia es una etapa que define nuestro comportamiento. Las razones de la desobediencia pueden variar desde cambios en el entorno familiar, como la llegada de un nuevo hermano, hasta la necesidad de atención. Además, factores como el cansancio, el hambre o la sobreestimulación también pueden influir.
Consecuencias de no abordarla
Ignorar la desobediencia o no abordarla de manera adecuada puede tener serias consecuencias. Por ejemplo, el uso del castigo físico, lejos de resolver el problema, puede generar rebeldía en el niño y causar daño emocional.
La psicóloga indica que ante la desobediencia, este tipo de respuestas "no funcionan de ninguna manera", por lo que sugiere adoptar una disciplina positiva o respetuosa, sin castigos, ya que estos "asustan al niño y lo presionan, pero no lo forman".
A largo plazo, la falta de intervención adecuada puede llevar a la aparición de conductas abusivas en la adolescencia. "Las conductas abusivas acosadoras siempre comienzan y tienen un origen en la familia", indica Rodríguez. Esto podría generar dificultades para que esos niños aprendan a respetar límites, lo que les dificultará integrarse socialmente y manejar sus emociones.
Vivir bien
Consecuencias de no abordar adecuadamente la desobediencia
Estrategias para enfrentar la desobediencia
Para enfrentar la desobediencia de manera efectiva, es importante que los padres asuman un rol de liderazgo asertivo y respetuoso. Algunos padres "muchas veces temen enfrentar a los hijos", lo que los lleva a ceder ante sus berrinches, provocando un descontrol en la crianza.
En niños pequeños, Rodríguez considera fundamental establecer rutinas claras que fomenten hábitos responsables. "Tener un buen plan de rutinas y conductas autónomas genera virtudes", afirma. Estas rutinas ayudan a los niños a desarrollar conductas responsables desde temprana edad.
Con los adolescentes, la dinámica cambia. El diálogo y la negociación son herramientas esenciales. Es importante establecer "poderosos puentes de comunicación" y negociar aspectos como los horarios para llegar a casa, los tiempos de estudio y el uso de dispositivos electrónicos.
Vivir bien
Estrategias para enfrentar la desobediencia: disciplina en la infancia y adolescencia
Te recomendamos
Comparte esta noticia