El Dr. Luis Matos Retamozo, médico psiquiatra e investigador, explica las diferencias entre miedo y fobia, las categorías principales de fobias, sus causas y factores de riesgo, así como los tratamientos disponibles para enfrentar estos temores irracionales.
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¿Cuál es la diferencia entre el miedo y la fobia?
Muchas veces, al enfrentarnos a determinadas situaciones, sentimos cómo nuestro pulso se acelera, nos ponemos pálidos o incluso perdemos la capacidad de hablar. Estas reacciones pueden ser síntomas de miedo, una respuesta natural y humana. Sin embargo, también pueden indicar la presencia de una fobia.
Según el Dr. Luis Matos Retamozo, médico psiquiatra e investigador, hay una clara diferencia entre el miedo y la fobia. Él define la fobia como "reacciones intensas y desproporcionadas frente a situaciones que no representan un peligro real o donde el peligro es mínimo. Por ejemplo, el caso de algunas personas que tienen fobia a los pájaros".
El Dr. Matos también menciona que la fobia es un tipo de trastorno de ansiedad que puede exacerbarse en personas deprimidas. “Más depresión, más temores, más inseguridad, más fobias”, afirma. Además, si una persona sufre de múltiples fobias o una fobia particularmente limitante, su estado de ánimo puede decaer, creando un ciclo de empeoramiento.
Tipos de fobias
Existen tres categorías principales de fobias:
- Agorafobia: Temor intenso a estar en lugares o situaciones donde escapar puede ser difícil o donde no se podría recibir ayuda en caso de un ataque de pánico. Este miedo se manifiesta en situaciones como estar en tiendas, iglesias, ascensores, o cualquier espacio cerrado. Las personas con agorafobia suelen evitar estos lugares, lo que puede limitar significativamente su vida diaria. El Dr. Matos explica que este miedo desproporcionado puede llevar a la persona a evitar salir de casa, afectando su calidad de vida.
- Fobia social: Miedo a ser juzgado o ridiculizado en situaciones sociales, lo que puede paralizar a la persona. Este tipo de fobia se manifiesta en situaciones como hablar en público, comer delante de otros o participar en reuniones sociales. El Dr. Matos señala que las personas con fobia social temen hacer el ridículo o ser objeto de burla, lo que les impide participar en actividades cotidianas. Por ejemplo, alguien con fobia social puede evitar entrar a un restaurante lleno de gente por miedo a ser observado mientras come.
- Fobia específica: Temores a objetos o situaciones particulares, como volar, alturas, agua profunda, arañas, sangre, y heridas. El Dr. Matos menciona que estos temores pueden ser extremadamente limitantes y mortificantes. Por ejemplo, una persona con fobia a los animales puede evitar parques o zoológicos, mientras que alguien con fobia a las alturas puede evitar edificios altos o puentes. Estas fobias específicas pueden afectar diversas áreas de la vida de una persona, dependiendo de lo que temen.
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Estas son las tres categorías de fobias
Causas y factores de riesgo
Las fobias pueden desarrollarse debido a una combinación de factores genéticos y ambientales. Experiencias traumáticas, como un accidente, pueden desencadenar fobias, especialmente en personas con predisposición genética. Además, la sensibilidad y la inteligencia pueden aumentar el riesgo de desarrollar múltiples fobias. “Cuanto más inteligente y más sensible la persona, mayor es el riesgo de desarrollar una fobia”, señala el Dr. Matos.
Sobre los riesgos, estas pueden limitar severamente la vida diaria. Por ejemplo, una persona con fobia social puede evitar situaciones sociales, afectando sus relaciones y oportunidades laborales. El Dr. Matos menciona casos en los que las personas evitan entrar a restaurantes o baños públicos debido a su miedo intenso, lo que demuestra cómo estas fobias pueden ser extremadamente limitantes y mortificantes.
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¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo de las fobias en nuestra vida?
Síntomas y tratamientos disponibles
Los síntomas de una fobia incluyen taquicardia, sudoración, temblores y una sensación de terror extremo. Los profesionales de la salud utilizan criterios específicos para diagnosticar estos trastornos, diferenciándolos de otros problemas de salud mental como la depresión. Es crucial una buena evaluación clínica para evitar confusiones y proporcionar el tratamiento adecuado.
Felizmente, las fobias tienen tratamiento, tanto psicoterapéutico como farmacoterapéutico. Cuanto más pronto se inicie el tratamiento, mejor será el pronóstico, ya que los síntomas pueden empeorar con el tiempo, y las personas pueden desmoralizarse. La terapia cognitivo-conductual es uno de los tratamientos más efectivos, ayudando a las personas a enfrentar y reducir su miedo. En algunos casos, la medicación también puede ser necesaria.
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Descubre los síntomas y tratamientos para enfrentar una fobia
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