Luego de nueve años, vuelve la historia de los juguetes más humanos del cine. En la cuarta parte está más presente la idea de tener un rol para toda la vida.
Las películas de "Toy Story" han crecido con sus espectadores. A 24 años de la primera cinta hoy, en su cuarto episodio, ya es una saga para adultos nostálgicos. Es divertida para los niños sin duda, pero en el fondo es compleja y no tan alegre.
Como en las películas previas, aquí también hay un juguete en problemas: planes de rescate, persecusiones, juguetes con un deber o que buscan ser queridos. El esquema para hacer entretenido el relato no ha cambiado, pero sí el fondo. Si "Toy Story" (1995) -la primera de Pixar y pionero del cine de animación digital- era sobre Woody y Buzz Lightyear encontrando a un amigo fiel, "Toy Story 2" sobre pertenecer a una familia , "Toy Story 3" sobre salvarse todos de la idea de ser olvidados y de morir, en esta cuarta parte está más presente la idea de tener un rol para toda la vida.
¿Se puede dejar de ser un juguete para niños? Es toda una interpelación al espectador sobre cuándo llega el momento de cambiar, de reinventarse, de que el papel clásico del astronauta y el vaquero acabe, de que la misión culmine. Lo hemos sabido siempre, la saga "Toy Story" habla de las decisiones de las personas a lo largo de una vida, pero te lo cuenta con juguetes.
En "Toy Story 4" gran parte de los momentos de humor llegan por Forky, el nuevo juguete hecho de un objeto mezcla de cuchara y tenedor. Al inicio Forky no entiende su existencia ni su nueva condición de juguete y quiere volver al tacho de basura. Es entonces que Woody (con la voz en inglés del gran Tom Hanks) se convierte en su protector y guía y al contarle sobre lo que hacen los juguetes, sobre cuál es el rol que deben cumplir, y lo que es tener a un niño como dueño, es que Woody reflexiona sobre sí mismo.
Todo "Toy Story 4" es sobre Woody. Sobre su pasado cuando era un "juguete de Andy" y su presente cuando es un "juguete de Bonnie", y sobre el regreso de la pastorcita de porcelana Betty (Bo Beep), la amiga que decidió perderse y que vive libre en un parque de diversiones. Es menos una historia donde Buzz Lightyear, Rex, el Sr. Cara de Papa y el resto de clásicos compañeros de Woody vuelven a tomar protagonismo, son otros juguetes los que toman la posta en un relato que pierde ritmo y emoción en su segunda mitad, salvo por el final.
El final de "Toy Story 3" ya era perfecto para acabar con la saga. Pero el final de "Toy Story 4" es justo y necesario para Woody y sus amigos. No solo los niños crecen.
Valoración: 4/5
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