Matthieu Ricard es un monje tibetano, intérprete del Dalai Lama y budista de 70 años que es reconocido como el hombre más feliz del mundo.
La felicidad de Matthieu Ricard radica en el ejercicio de la meditación y la ciencia lo ha demostrado. En el 2004 el neurocientífico de la Universidad de Wisconsin, Richard Davidson, colocó sensores en la cabeza de Ricard para evaluar su cerebro cuando meditaba. Se determinó que su cerebro estaba relajado, feliz y atento cuando meditaba. Según Ricard se necesitan tan solo 15 minutos de meditación diaria para alejar los pensamientos negativos.
El estudio en el que participó Ricard se llama “La plasticidad de la mente”. El concepto de la plasticidad se usa para explicar que el sentimiento de felicidad es algo que se puede entrenar, aprender, estudiar y desarrollar, para así alcanzarlo sin trabas, condiciones o inseguridades.
Al meditar se sugiere concentrarnos en un sonido particular o en la respiración entrando y saliendo para calmar la mente y darle mayor claridad. En este estado es posible cultivar cualidades como la bondad o manejar emociones perturbadoras.
Además, el monje recomienda entrenarse en la benevolencia y la solidaridad hacia los demás, lo que genera un estado emocional positivo. Según Ricard, la benevolencia, la atención, el equilibrio emocional y la resiliencia son habilidades que forman la felicidad y se pueden entrenar. “Así que podemos decir que la felicidad puede ser entrenada”, explicó Ricard en una entrevista con el diario “The Independent”.
Otro consejo para alcanzar la felicidad es ser altruista, preocupándose más por el prójimo. Hay que dejar de creer que necesitamos a los que nos rodean para hacernos sentir mejor o ayudarnos a lograr lo que queremos. Ayudar al otro da bienestar emocional, lo que genera sentimientos de felicidad y alegría. Esto reduce el estrés, aumenta la autoestima y mejora el sistema inmunológico. Todo ello alarga la vida según estudios publicados en la revista Heatlh Psychology y en el American Journal of Public Health.
Hay otros aspectos que podemos entrenar con una mente clara como la libertad, el coraje, la fuerza interior, el amor, la compasión y la amabilidad. Alcanzar todas estas cualidades nos hará personas más felices. Según Ricard, la felicidad nunca es una sola cosa y se puede alcanzar cambiando nuestros pensamientos. De este modo el cerebro cambia estructuralmente, alejando las emociones negativas y atrayendo la felicidad.
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