En el sector residencial, casi el 60% de la energía es bien utilizada y el otro 40% se desperdicia, según el Balance Nacional de Energía Útil en el país realizado antes de pandemia. Ese restante desperdiciado podría satisfacer a una familia que no tiene acceso a energía, afirman especialistas.
Cuando hablamos de contaminación, lo más común es referirnos a los desechos que podemos ver y tocar, ya que son los más fáciles de identificar. Sin embargo, existen contaminantes invisibles para el ser humano que pueden traer graves consecuencias para nuestras ciudades.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la principal fuente de contaminación del aire son los Gases de Efecto Invernadero (GEI), aquellos que se desprenden de la combustión que da energía a las actividades productivas del mundo y a las zonas residenciales.
Jorge Álvarez, especialista ambiental del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), lo explica de la siguiente manera: “En el Perú generamos parte de nuestra electricidad a base de gas natural que, si bien es un contaminante ‘limpio’, contribuye a la emisión de GEI global”. En esa línea, agrega que gran parte de la electricidad en el Perú y en el mundo es generada por energía térmica, que puede provenir tanto de fuentes de energía renovables como no renovables.
“Mientras nosotros sigamos usando estas fuentes de energía no renovables para la generación de electricidad, toda la energía que consumamos va a tener una cantidad, una carga o un aporte en las emisiones de GEI”, apunta.
En el país no solemos ser conscientes de la cantidad de energía eléctrica que consumimos en nuestras viviendas. El último Balance Nacional de Energía Útil (2016) reveló que el sector menos eficiente al consumir electricidad es el residencial.
El uso continuo de ciertos electrodomésticos a determinadas horas del día o tener aparatos que no están encendidos, pero que permanecen conectados, son algunos de los hábitos que, sin saberlo, tienen un impacto en el medio ambiente.
“No tenemos una costumbre de eficiencia energética. En el sector residencial, casi el 60% de la energía es bien utilizada y el otro 40% se desperdicia aproximadamente. Ese resto podría satisfacer a una familia que no tiene acceso a energía”, sostiene Álvarez.
¿Cómo reducir nuestro consumo de energía en los hogares?
De acuerdo con el especialista, sí es posible mejorar nuestra eficiencia energética en el hogar aplicando algunos consejos. Álvarez sugiere no hacer uso excesivo de artefactos eléctricos entre las 5 de la tarde y las 11 de la noche, ya que es cuando las personas llegan a sus hogares de sus actividades diarias y, por tanto, la tarifa eléctrica aumenta.
De la misma manera, recomienda prestar especial atención al etiquetado de eficiencia energética que se encuentra en los aparatos antes de comprarlos. Las personas suelen elegir el artefacto más barato, cuando pueden ahorrar a la larga si eligen el que registra mayor calidad, asegura el especialista.
Para Carlos Colomer, especialista de Enel Perú, todo pasa por conocer bajo qué condiciones los electrodomésticos producen más electricidad. Según el experto, debemos evitar que los aparatos que generan cambios de temperatura, como la refrigeradora o la terma eléctrica, hagan más esfuerzo del necesario para cumplir su función.
Sobre el primer caso, menciona que “si estamos constantemente abriendo la puerta, si el jebe de la puerta está viejo o roto, o si guardamos comida recién hecha, ingresa aire caliente y la refrigeradora tiene que trabajar más para generar una temperatura fría dentro”.
Por otro lado, aconseja que los baños que tomen los miembros de la familia sean durante el mismo momento del día para prevenir que el agua ya calentada por la terma eléctrica se enfríe entre ducha y ducha. “En cada oportunidad que sale agua caliente, inmediatamente entra agua fría y la temperatura cambia y el aparato va a comenzar a trabajar, generando más consumo”, añade.
Asimismo, el especialista resalta la importancia de revisar las conexiones eléctricas en el hogar. “Los tomacorrientes y los enchufes no deben estar sobrecargados o viejos. Hay que renovarlos cada cierto tiempo. Hay que cambiar los cables cada 15 o 20 años, por lo menos, y revisar una vez al año que no haya fugas eléctricas porque es un enemigo silencioso”, apunta.
Ciudades con Futuro es una campaña organizada por RPP que busca promover la necesidad de ver a nuestras ciudades como espacios en los que podemos mejorar nuestra calidad de vida a través del cuidado del medio ambiente, la promoción de la economía circular y el impulso de una movilidad sostenible.
Como parte de nuestro compromiso por fomentar una ciudadanía consciente de su impacto en el medio ambiente, animamos a nuestros lectores a medir su huella de carbono haciendo clic aquí.
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