Gracias a esta iniciativa los biohuertos pueden sembrar lechugas, espinacas, culantro, rabanitos y plantas medicinales como romero y menta.
¿Sabías que más del 50% de los residuos sólidos recolectados por las municipalidades son orgánicos? Según el Ministerio del Ambiente, estos residuos que provienen de viviendas, mercados, restaurantes, parques y jardines tienen potencial para ser reaprovechados como abono.
Para obtenerlo, los desechos —principalmente alimentos de origen animal y vegetal— deben pasar por un proceso de selección y tratamiento, donde microorganismos actúan para descomponer y transformar la materia en un producto final nutritivo para las plantas.
A nivel nacional, esta práctica ha sido implementada en municipalidades de regiones como Junín, Cajamarca, Cusco, Huánuco y Lambayeque. En Lima, una de las que lo ha hecho es la Municipalidad de Surco, que ha inaugurado su propio centro de producción de abono conformado por cinco granjas de lombrices alimentadas con los residuos de las podas de los 375 parques del distrito.
Entre residuos de pastos, hojas, ramas, frutas y verduras en degradación, las lombrices logran generar 300 kilos de humus cada cuatro meses, los cuales son empleados para abonar el vivero y los biohuertos municipales.
El proceso se lleva a cabo en cinco albercas, cada una con capacidad de albergar hasta 80 kilos de materia orgánica en descomposición. Además, todas se encuentran cubiertas para mantener la humedad necesaria durante todo el procedimiento.
"Este ambiente se vuelve el hogar de la lombriz, donde ingiere lo que hay a su alrededor y sus deposiciones generan humus. Cada cama necesita 4 kilos de lombrices para una buena producción y, en una semana, pueden nacer entre 20 a 30. A la fecha están en etapa de reproducción", explicó Rosa Paredes, encargada de los humíferos de la municipalidad.
El abono orgánico generado por estos animales será empleado para las plantas del vivero y los dos biohuertos de la comuna, uno horizontal y otro vertical. Este último está ubicado en la periferia del Parque del Aire y fue elaborado con más de 20 mil botellas de plástico que sirven como macetas.
"Cada envase obtenido de la planta de reciclaje del distrito es acondicionado como una maceta con sustrato y tierra fresca. Aquí sembramos lechugas, espinacas, culantro, rabanitos y plantas medicinales como romero y menta", contó Wenceslao Huayhualla, capataz del biohuerto.
Iniciativas similares contribuyen a crear una sociedad más sostenible, donde los residuos se pueden reutilizar para reducir la cantidad de basura y mejorar los espacios públicos para la ciudadanía.
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