Al cierre del 2021, la iniciativa llamada Proa ha conectado a casi 50 mil voluntarios con 364 organizaciones sociales que están en búsqueda de personas que quieran contribuir a mejorar la sociedad.
Las y los jóvenes voluntarios son personas que decidieron tener un papel activo en la sociedad y que trabajan con el propósito de crear un futuro mejor para todos sin necesidad de pedir algo a cambio. No obstante, debido a la gran cantidad de información en línea, para muchas personas es difícil encontrar dónde invertir todas sus ganas de ayudar.
Pensando en esto, la diseñadora gráfica Ana Paula Albín y tres amigos ingenieros se reunieron para darle una solución. Así nació Proa, la primera plataforma peruana que conecta a personas y empresas que quieren hacer voluntariado o realizar donaciones con organizaciones solidarias.
La historia de Proa se remonta al 2015, después de que, por varios años, cada uno de sus fundadores participara individualmente de acciones voluntarias. De esta manera, coincidieron en que resultaba complicado encontrar nuevas iniciativas, además de información sistematizada de las organizaciones que las lideran.
El proyecto se afinó tras varias reuniones y terminó convirtiéndose en una plataforma tecnológica, cercana y amigable a la que cualquier persona puede acceder para poner en acción su vocación de colaboración. Con esto, según los fundadores de Proa, más de 3 millones de personas dispuestas a ayudar tendrán una herramienta para encontrar los datos que necesitan para tomar acción.
Más tarde, tras un primer impulso financiero de Startup Perú, Ana Paula y sus socios conocieron a otro grupo humano que ya estaba diseñando una comunidad de voluntariado y unieron fuerzas. La iniciativa se consolidó en el 2017 con un equipo integrado por Ana Paula Albín, Margarita Briceño, Jorge Castillo, Isabella D’Angelo, Lorena Godefroy, Carla Grados, Ruben Mircin, Manuel Morales, Julio Nakama, Victor Ojeda y Carlos Ricalde.
“El primer año fue una etapa de educación tanto para los voluntarios como para las organizaciones. Crecimos rápidamente y cada año hemos duplicado el número de voluntarios y también hemos aumentado las organizaciones sociales”, cuenta Ana Paula Albín.
De igual forma, la tecnología aplicada a Proa ha servido para organizar la vocación de voluntariado a nivel de empresas y organizaciones. “El crecimiento de Proa ha sido un gran reto, hemos logrado triplicar el impacto del 2020 al 2021 y conseguir 100% de satisfacción en programas corporativos. Nos satisface ver que vamos por buen camino: nuestros clientes están contentos y ahora apuntamos a llegar a toda Latinoamérica junto a ellos”, explica Albín.
Pese al difícil contexto de la pandemia, el trabajo de Proa no se detuvo y ha continuado a través del voluntariado digital y la recaudación de fondos online. De hecho, al cierre del 2021, Proa ha conectado a casi 50 mil voluntarios con 364 organizaciones sociales. Además, ha ayudado a recaudar más de 3 millones de soles en donaciones para causas sociales y ha generado más de 500 mil de horas de voluntariado en el Perú.
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