"Sahara Hellen: el regreso del vampiro", protagonizada por Connie Chaparro, se basa en una serie de aterradoras leyendas populares sobre Sarah Ellen, considerada una de las amantes de Drácula y ejecutada por bruja en 1913.
La maldición que rodea a Sarah Ellen, considerada una de las amantes del conde Drácula y ejecutada por bruja en 1913 en Inglaterra, es el tema de la cinta peruana "Sahara Hellen: el regreso del vampiro", que se estrenó esta semana.
La película, protagonizada por Connie Chaparro, se basa en una serie de aterradoras leyendas populares sobre la "vampiresa" Sarah Ellen, quien resucita para vengarse de sus verdugos ingleses.
"En la película se relata que después de 100 años -no 80 como dice la leyenda- ella vuelve a la vida, sale del nicho pero en forma de perro, que luego se convierte en humano. Entra en cualquier cuerpo y ataca", revela el director Rogger Asto, citado por la revista "Caretas".
ATERRADORA EXPERIENCIA
La cinta se basa en pasajes de la vida de Sarah Ellen (1872-1913), oriunda de Blackburn, Inglaterra y que fue ejecutada en su pueblo natal tras ser acusada de ser una mujer vampiro, de practicar el ocultismo y brujería. Ella se encuentra sepultada en la ciudad de Pisco.
En "Sahara Hellen: el regreso del vampiro" ─el nombre real fue modificado para evitar pagar derechos─ se le suma un cazavampiro que hace la veces de narrador de la película y una joven periodista que investiga con la finalidad de darle muerte, relató Asto.
"Fue aterrador para mí, porque soy la mujer que usa Sahara Hellen para atacar. Estar con la boca con 'sangre' después de morder y matar a sus víctimas me exigia mucha concentración", dijo la actriz Connie Chaparro a Mache TV.
LA LEYENDA DE LA "AMANTE DE DRÁCULA"
La tumba de Sarah Ellen se encuentra en el antiguo cementerio de Pisco y no pasa desapercibida por las flores y mensajes de veneración que la rodean.
La leyenda señala que antes de morir maldijo a sus ejecutores y les prometió volver en 80 años para vengarse de la sociedad que la había acusado.
Luego de ser ejecutada, a la familia se le prohibió que la sepultara en Inglaterra, por lo que su esposo, John Roberts, llevó sus restos lejos, donde nadie la conociese. Y así fue como llegó a la costa peruana y acabó sepultada en el cementerio municipal de Pisco.
En junio de 1993, decenas de chamanes, astrólogos, curiosos y periodistas amanecieron al lado de la tumba a la espera de que resucitara. Desde entonces su tumba se convirtió en el lugar más visitado del cementerio en la creencia que hace milagros. (AFP)
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