Por Rafael Meza Castro
Columnista invitado para Voces Regionales
Especialista en Gestión de Recursos Naturales con Maestría por la Universidad de Van Ámsterdam. Ex consultor local de la cooperación alemana y catedrático universitario.
En el libro “Perú problema y posibilidad’ de 1978, Jorge Basadre definía el desarrollo económico auténtico como aquel que “no sólo implica la ampliación de bienes y servicios, sino que queda definido mejor en términos que eleven los niveles de subsistencia, dignidad y libertad humanas y combatan la pobreza, el desempleo y la desigualdad”. De todas las regiones del Perú, la región Loreto es quizás la que más alejada se encuentra de esa definición. Loreto disputa los últimos lugares a nivel nacional en los indicadores relacionados a: densidad de presencia del estado, competitividad, corrupción, deforestación y contaminación. Ante esta realidad, surge la interrogante sobre el futuro de Loreto y las acciones necesarias para superar sus desafíos estructurales.
Desde principios del 2000, existe consenso sobre las principales cuatro barreras para el desarrollo en Loreto: 1) conectividad, 2) matriz energética, 3) agua y saneamiento y 4) competitividad. De igual manera, un diagnóstico similar con énfasis en lo económico fue expuesto en el libro "Las Barreras del Crecimiento Económico en Loreto" (Mendoza & Gallardo, 2008) que identificó tres factores determinantes: aislamiento, inconsistencias de las políticas económicas e infraestructura deficiente. Ambos diagnósticos resaltan las mismas limitantes estructurales. Estas barreras no han sido resueltas ni por el gobierno nacional, regional ni local, debido a la incapacidad de coordinación y articulación entre los distintos niveles de gobierno.
Conectividad
La conectividad en Loreto presenta dos dimensiones clave:
a) Aislamiento físico: La falta de infraestructura de transporte adecuada impide la integración de la región con el resto del país. Como consecuencia, los costos de transporte y flete son elevados, la integración de la población es limitada y los servicios básicos no llegan de manera oportuna ni eficiente. Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), Loreto es una de las regiones con mayor sobrecosto logístico en el país, lo que afecta su competitividad. Se han propuesto proyectos de carreteras, trenes y transporte aéreo de pequeña escala; sin embargo, ninguno ha sido ejecutado de manera efectiva.
b) Aislamiento digital y virtual: A pesar de diversas propuestas de conectividad por cableado, tecnologías inalámbricas y satelitales, ninguna ha sido promovida de manera eficiente. Como resultado, se han perdido oportunidades para fortalecer los servicios públicos de salud y educación mediante la telemedicina y la educación virtual. La falta de integración digital dificulta la modernización de sectores clave y limita el acceso a nuevas oportunidades económicas. Durante pandemia, solo el 25% de los colegios en Loreto contaban con acceso a internet, la menor proporción de acceso a nivel nacional, según un estudio de COMEX de 2021. Así mismo para 2024, Loreto ocupa la última posición en acceso a telefonía e internet móvil (53.6%) (INCORE, 2024).
Matriz Energética
Actualmente, Loreto depende de una única fuente de energía basada en la combustión de fósiles. Como consecuencia, el costo de la energía en la región es elevado debido a que Iquitos y el resto de ciudades en Loreto (excepto Yurimaguas) están aisladas geográficamente, sin acceso directo a la red vial nacional. Esto obliga a transportar los combustibles por vía fluvial, lo que incrementa los costos logísticos y, por ende, el precio final al consumidor, lo que a su vez encarece los procesos productivos de las principales industrias y genera una limitada disponibilidad energética en zonas rurales. Recientemente, se han propuesto alternativas como energía eólica, hidráulica, solar, geotérmica e incluso nuclear, según declaraciones del viceministro de Energía y minas; sin embargo, ninguna de estas soluciones ha sido implementada de manera efectiva y no existen indicios de que esa situación vaya a cambiar en el corto plazo.
Agua y Saneamiento
En Loreto, si bien el 68% de la población tiene acceso a servicios de agua potable y saneamiento, solo un 23% tiene acceso a agua con niveles de cloro adecuados (INEI). Por otro lado, para 2022 a nivel rural solo el 2% de los hogares contaba con servicio de alcantarillado y disposición de excretas y la tasa de tratamiento de las aguas residuales en toda la región es del 0.5%. A pesar de la implementación de múltiples programas, ninguno ha sido efectivo, siendo el Proyecto de Tratamiento de Aguas Residuales de Iquitos (PTAR) uno de los más costosos y controvertidos por la demora en la ejecución del proyecto. La falta de estos servicios impacta negativamente en la salud pública y el medio ambiente, incrementando la incidencia de enfermedades como el cólera, disentería, entre otras tantas. La falta de acceso a agua segura suele causar brotes de enfermedades diarreicas infecciosas agudas, que al menos en 2023, causaron la muerte de al menos nueve niños menores de cinco años y un adulto. Asimismo, la carencia de agua potable y saneamiento dificulta la industrialización de productos alimentarios, ya que las normativas sanitarias, como el sistema HACCP, exigen condiciones adecuadas para su cumplimiento. Fuera de Iquitos y Yurimaguas, la instalación de plantas industriales se torna inviable o excesivamente costosa debido a la necesidad que tienen las empresas de implementar sus propias soluciones de saneamiento.
Competitividad
La competitividad de Loreto se encuentra en niveles críticos. Según el Instituto Peruano de Economía, la región ocupa el último lugar en este indicador por cuarto año consecutivo. Además, el gasto per cápita en Loreto es casi un tercio inferior al promedio nacional, lo que impide que los avances en producción y la inversión pública se traduzcan en mejoras en la calidad de vida de la población. Otro factor determinante es que, pese a un crecimiento productivo sostenido en los últimos trimestres, su nivel de competitividad es uno de los más bajos a nivel nacional. La extracción de recursos naturales (hidrocarburos) distorsiona los indicadores económicos, a modo de ejemplo, en enero de 2024, la región creció solo un 0.4% en producción agropecuaria, mientras que en el sector hidrocarburos creció un 107%, según el BCR.
Por otro lado, la minería ilegal cuyo modelo cauchero, heredado del siglo XIX, se han ido expandiendo e incrementando de manera dramática en los últimos años. Esta actividad no solo es incompatible con el desarrollo sostenible, sino que también ha generado vulneraciones a los derechos de las poblaciones indígenas, quienes continúan siendo afectadas por la contaminación de sus territorios.
A modo de conclusión, las políticas públicas en Loreto no logran satisfacer los 11 indicadores de bienestar de la OCDE, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ni el Índice de Desarrollo Humano (IDH), los cuales están asociados a las dimensiones del desarrollo: capital natural, capital social, capital económico y capital humano. Pese a que ha habido inversión y presupuesto, la falta de gestión efectiva ha perpetuado las actuales brechas de desarrollo. La situación de la región refleja lo que Basadre denominó "problema y posibilidad". Ante la coyuntura problemática actual y el reto futuro que implica hacer frente a potenciales oportunidades como las que genera el Mega Puerto de Chancay, es imperativo adoptar medidas oportunas y estratégicas para cerrar estas brechas y garantizar un futuro sostenible para Loreto.
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