Cuando hablamos de creatividad podríamos pensar en profesiones relacionadas al arte o al diseño; sin embargo, es importante entender que tanto la creatividad como la innovación, son elementos esenciales para todas las industrias. De hecho, el Foro Económico Mundial, predijo que para el 2020 la creatividad sería una de las 3 habilidades más demandadas e importantes, pues los empleadores están en la búsqueda de personas creativas que aporten ideas y soluciones disruptivas para todo tipo de negocio.
En línea con ello, el estudio ‘The Future of Works and Skills in 2030’ realizado por la Comisión para el Empleo y las Competencias del Reino Unido, explica que para el 2030 la creatividad y la innovación serán la principal solución para la rentabilidad de los negocios. Afirmación compartida por empresarios y académicos de todo el mundo, como el catedrático de la Universidad de Navarra Josep Tàpies, quien afirma que la innovación es el motor de la supervivencia de toda empresa.
Así también, el estudio ‘Innovation matters’ realizado por PA Consulting Group sobre la innovación en los negocios, indica que el 66 % de los altos ejecutivos en el mundo aseguran que sus empresas no sobrevivirían sin la innovación. Así pues, la innovación es un componente muy ligado a la creatividad que puede hacer que las empresas se distingan frente al resto. Precisamente hoy, la coyuntura nos exige recorrer caminos inexplorados y buscar nuevas soluciones para potenciar los negocios.
Por lo tanto, es importante que estudiantes y profesionales de los distintos sectores económicos, trabajen y desarrollen su creatividad e innovación, apoyándose, principalmente, en la tecnología. Estos son factores clave para el desarrollo de las estrategias y para tener más probabilidades de éxito en el planeamiento de proyectos.
No obstante, no se trata solamente de tener buenas ideas, la clave está en saber cómo ejecutarlas. Por ello, es muy importante que en toda organización fomentemos y estimulemos la creatividad y la innovación, asignando recursos y, por su puesto, estando dispuestos a equivocarnos. Como dijo Albert Einstein, “en los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento”; entendamos esto como la necesidad de pensar fuera de la caja y de desafiar los límites de las soluciones conocidas con una mirada distinta a la tradicional.
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