Si uno hace una búsqueda en Internet sobre los estudios de prospectiva que han sido o vienen siendo desarrollados en el mundo, queda rápidamente abrumado por la cantidad de documentos producidos en Europa y Asia, que han servido para la formulación de políticas públicas y empresariales de largo plazo. Inmediatamente, nos viene un shock de sana envidia y nos preguntamos, ¿por qué no ocurre lo mismo en América Latina?
Si bien en la última década, gracias a los programas universitarios de posgrado en prospectiva, tenemos en la región ya una masa crítica de unos tres mil profesionales especializados en esta disciplina, y por ese motivo, ya podemos encontrar algunos cientos de documentos en español y en portugués. Mas, cuando verificamos si ellos han servido a los gobiernos y empresas, encontramos que muy pocos llegan a la categoría de casos exitosos. ¿Por qué ocurre eso?
Son varias las razones del limitado impacto de los buenos estudios de prospectiva en nuestra región, aclarando que nos referimos a los estudios serios y altamente participativos, dirigidos por verdaderos prospectivistas:
1.- La falta de voluntad política de los gobiernos para hacer vinculantes los resultados de los estudios. A pesar de que los escenarios identificados son producto de procesos transparentes y con la participación de todos los actores sociales involucrados en el tema, a las instituciones gubernamentales les cuesta mucho comprometerse con apoyar la construcción del escenario más deseable, posible y gobernable.
2.- El poco conocimiento público sobre la importancia de la identificación anticipada de escenarios futuros. La opinión pública usualmente se concentra en temas de corto plazo, que suelen afectar su vida cotidiana y no tienen una especial preocupación por problemas, oportunidades y desafíos del mediano y largo plazo.
3.- La limitada información sobre el futuro con que cuentan los equipos responsables de la formulación de los estudios. Eso genera escenarios con poca profundidad en el futuro y que no resulta del todo convincente para los diferentes actores participantes del estudio y de los sectores involucrados.
4.-La concentración de los gobiernos (nacional, regional, local) en el horizonte del próximo cambio de mando. Pocos son los políticos que piensan en planes de largo plazo, de nación permanente en vez que de gobiernos pasajeros. No hay nada peor para un político que ejecutar un plan o programa cuyos beneficios serán cosechados por su sucesor.
5.- El temor de los gobiernos a realizar grandes transformaciones que, indudablemente, afectarán los intereses de los grupos de poder. Las revoluciones industriales, aunque principalmente económicas, producen tanto o más temor que las revoluciones políticas.
Por estas razones, América Latina no puede exhibir grandes éxitos en la aplicación de la prospectiva para la construcción de futuros a nivel de los países. Quizás el ejercicio que más expectativas generó fue “Brasil 3 Tiempos” o B3T, que comenzó en agosto de 2004 y terminó a finales del 2006, durante el primer gobierno de Lula da Silva. Fue un esfuerzo muy grande del gobierno brasileño pues intervinieron alrededor de 4,000 profesionales, tanto del sector público, como del sector privado, la academia y la sociedad civil. La metodología que se empleó fue la del foresight anglosajón y su aplicación fue impecable, culminando con un número de escenarios posibles. Entonces, ¿qué ocurrió para que no se pusiera en práctica? Como suele pasar en nuestra región, la respuesta viene por el lado de la corrupción. Justamente, coincidiendo con el inicio de B3T, estalló el escándalo llamado “Mensalão”, que involucró a muchos de los principales dirigentes del Partido de los Trabajadores, incluyendo a Luiz Gushiken, responsable del Proyecto B3T. Así se frustró esa buena oportunidad para que Brasil construyese un futuro ordenado de largo plazo para que su Bicentenario en el 2022 lo encontrase como una nación desarrollada y convertida en la quinta economía del mundo.
Una nueva oportunidad para formular líneas guía que puedan potenciar un plan nacional, para el Perú, con miras a diseñar el país del mañana, representa el próximo seminario Prospecta Américas, a desarrollarse en Lima este 24 y 25 de octubre. El mismo será transmitido por las redes sociales del Concytec. Esperemos que algunas de sus conclusiones alimenten la discusión sobre nuestra nación de cara a su Bicentenario.
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