A inicios de febrero, la Bolsa de Valores de Lima (BVL) aprobó su integración con sus similares de Bogotá (Colombia) y Santiago (Chile). Esta acción constituye un paso importante para un proceso que empezó en el 2018, a través de un análisis de prefactibilidad, y que volverá más atractivo el mercado de valores peruano en el ámbito internacional, a la vez que elevará la competitividad de las entidades financieras.
Descripción del proyecto
La integración responde a sinergias importantes que existen entre los tres mercados. Cada bolsa tiene características propias: Chile se concentra en servicios financieros y retail, Colombia se enfoca en las acciones energéticas y Perú cuenta con importantes compañías mineras listadas. Al combinarlas todas, se genera un mercado más completo en cuanto a sectores productivos y económicos.
Las tres bolsas se combinarán en un nuevo holding regional que proyecta convertirse en un competidor más interesante frente a otros mercados grandes como México o Brasil. Además, la integración abaratará la adquisición de sistemas, plataformas o servicios bursátiles, favoreciendo las operaciones del holding.
Dicho holding tendrá su sede en Santiago de Chile por tratarse del mercado bursátil más desarrollado, con mayor liquidez y volumen que los mercados peruano y colombiano. Por ejemplo, en junio del 2021, la capitalización de las acciones listadas en la Bolsa de Santiago era de USD 190 000 millones, la Bolsa de Valores de Colombia sumaba USD 92 000 millones y la Bolsa de Valores de Lima llegaba a USD 72 000 millones.
Las acciones de las bolsas chilena y colombiana tendrán 40 % de participación cada una, mientras que los títulos de la plataforma peruana representarán 20 % del capital restante. Estos porcentajes representan una valorización de cada bolsa como empresa, realizada por los dueños del holding a través de un banco de inversión.
Proyecciones y retos
El impacto de la puesta en marcha de las operaciones del holding no será inmediato, sino que empezará a notarse cuando se generen beneficios más tangibles para los inversionistas, al emitirse nuevos valores, títulos de deudas y bonos. Quizás se registre un aumento en el volumen de las acciones, pero es posible que no sea tan significativo al menos inicialmente. A medida que el mercado se integre, los inversionistas descubrirán títulos atractivos en otros países, lo que permitirá un crecimiento paulatino.
Para concluir, debemos recordar que una gran parte del financiamiento corporativo del Perú proviene de la banca comercial. Ahora mismo, los bancos más grandes tienen escasa competencia en lo que respecta a emisión de instrumentos para financiamiento de empresas. Con la integración de las bolsas de valores, el reto será mejorar las condiciones para que más empresas elijan financiarse en el mercado de capitales antes que recurrir a los créditos bancarios.
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