El rápido proceso de urbanización de las ciudades en el Perú, con cerca del 80% de la población del país viviendo en ciudades, un crecimiento poblacional de 1,20 % anual y el cambio en los hábitos de consumo del poblador urbano peruano, ha generado un rápido proceso de crecimiento de las tiendas de conveniencia como Tambo, Oxxo, Listo, Mass y otras a nivel nacional. Ante este crecimiento viene la pregunta: ¿Desaparecerán las bodegas o nanostores?
Son dos modelos de negocios diferentes, con el objetivo de satisfacer las necesidades diarias del consumidor urbano, principalmente alimentos, bebidas y productos de primera necesidad.
El formato de las tiendas de conveniencia establecido en el Perú tiene mucho éxito a nivel mundial. Las tiendas de conveniencia tienen un crecimiento del 9% a nivel mundial, desarrollándose en áreas con una densidad poblacional mayor a 640 personas/km2 y con un promedio de 2000 clientes por tienda. Actualmente, estos establecimientos no pasan de 1000 en Lima, con un modelo de compra donde la rapidez y la puntualidad son el principal beneficio. El cliente realiza la transacción en menos de cuatro minutos, principalmente con medios electrónicos, con productos elaborados o semielaborados y cuentan con un amplio horario de trabajo.
Las bodegas, bodeguitas o nanostores son las tiendas de barrio, principalmente negocios independientes y familiares. Pensando en el corto tiempo, no vemos su desaparición. Algunos datos nos indican que en Lima tenemos 120 000 y a nivel nacional 400 000. Este modelo de negocio se desarrolla en áreas de alta densidad y baja densidad, con tamaños diversos, en todos los extractos sociales, con un alto nivel de informalidad, con transacciones principalmente en efectivo y la consecuente inseguridad. Las bodegas abastecen las necesidades diarias de la mayoría de los hogares del Perú, los cuales viven con menos de 40 soles/día, con productos variados adicionales a los alimentos y bebidas.
¿Qué pasará en futuro?
Ambos modelos tienen como principal competidor el negocio minorista, el e-commerce. En ciudades como Lima, con niveles preocupantes de tráfico, alta generación de carga urbana y el incremento del tiempo origen-destino de los ciudadanos, se ha generado el aumento de ventas por aplicaciones como Glovo, Rappi, Uber Eats y otros. Actualmente cuentan con más de 10 000 repartidores o colaboradores de entrega móviles.
En estos años, las tiendas de conveniencia van a tener un crecimiento sostenido, se van a especializar de acuerdo con los intereses de sus consumidores, atraídos por la diferenciación en el servicio, personalización de los productos y el precio. Las bodeguitas se van a mantener, pero la presión del mercado está generando un cambio en ellas, tienden a ser más competitivas, especializadas y con una profesionalización en su gestión, conservando el dominio en la comercialización minorista en un futuro cercano. El e-commerce crecerá en el marco de la economía colaborativa con centros y puntos de distribución en toda la ciudad.
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