El cibercrimen es una lamentable realidad en el mundo digital en el que actualmente vivimos. No parece existir una definición universal sobre cibercrimen todavía, pero puede explicarse como aquel crimen que se produce a través de algún medio tecnológico informático (computadora, smartphone, videojuego) y que se encuentra conectado a internet.
Según el DQ Institute, el 56 % de los niños a nivel mundial, entre 8 y 12 años, están expuestos a riesgos cibernéticos tales como ciberacoso, adicción a los juegos, engaño de pederastas u otros riesgos relacionados con lo sexual. La misma fuente reporta un promedio mayor en el Perú, 58 %.
Si bien es cierto que en nuestro país existe desde 2013 una ley sobre delitos informáticos y, en ella, un artículo en particular que sanciona el cibercrimen relacionado con las proposiciones con fines sexuales a través de medios tecnológicos a niños, niñas y adolescentes, no se aprecian campañas activas de concientización dirigidas a la ciudadanía por parte de nuestras autoridades, que tengan como objetivo informar o educar a la población sobre los grandes riesgos digitales a los que están expuestos nuestros hijos, y, sobre todo, a enseñar cómo mitigarlos.
Esta amenaza es increíblemente seria y continúa en aumento, por lo que es necesario saber cómo proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes, quienes utilizan los dispositivos tecnológicos y pasan muchas horas en internet: en redes sociales, YouTube y juegos online. Compartiré algunas sugerencias para los padres, que puedan ser conversados con sus hijos:
- En principio, es recomendable que solo a partir de los 14 años se permita el acceso a cualquier red social.
- Los menores deben tener cuidado con la información que suben a las redes y nunca deben brindar datos personales tales como número de celular, nombre completo, dirección, colegio, nombres de sus padres, lugares que frecuentan, fotos con placas de autos, uniformes de colegio.
- Desconfiar, siempre desconfiar: los menores nunca deben aceptar como amigos a desconocidos ni responder conversaciones de gente extraña, por muy tentador que esto sea. Los cibercriminales suelen usar perfiles y se disfrazan con fotos falsas, por lo que es necesario enseñar a nuestros hijos a bloquear este tipo de contactos.
- Si los menores participan de juegos en línea, enseñarles que solo deben aceptar jugar con gente que conozcan en el mundo real y no con desconocidos.
- Es necesario revisar la configuración de privacidad en las plataformas de redes sociales a las que sus hijos accedan, para limitar el acceso de sus contenidos solo a sus contactos y que estos no sean públicos.
- Los padres deben monitorear periódicamente la actividad online de sus hijos; si es posible, formar parte de sus contactos en las redes sociales, con la finalidad de guiarlos en el uso de estas y protegerlos de depredadores.
- Nunca compartir contraseñas ni números de PIN. Evitar responder emails fraudulentos (phishing), recuerde que las organizaciones serias nunca solicitarán su contraseña.
- Evitar responder a ofertas gratuitas y a concursos tentadores que regalan iPhones, tablets, Xbox, pues esta es otra forma de cibercrimen, que busca instalar programas en su computadora o smartphone para robar información como contraseñas o números de tarjeta de crédito.
- Es importante también que los padres racionen el tiempo que los menores pasan frente a la “pantalla”, principalmente en actividades de ocio. Los padres debemos buscar conversar con nuestros hijos, indagar sobre sus actividades, sus sentimientos, sus deseos. Debemos estar siempre atentos a los cambios en el comportamiento de nuestros vástagos y actuar rápidamente si notamos algo sospechoso.
La protección digital de nuestros hijos contra el cibercrimen es en gran parte responsabilidad de nosotros como padres, y requiere adquirir un conocimiento elemental del funcionamiento de las redes, los sistemas y sus peligros, así como del entrenamiento básico que se debe proveer a los menores. Puede ser muy enriquecedor que los niños nos vean aprender junto con ellos.
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