“Aunque mucho se ha gastado mucho queda aún; y si bien no tenemos ahora aquella fuerza que en los viejos tiempos movía tierra y cielo, somos lo que somos: corazones heroicos de parejo temple, debilitados por el tiempo y el destino, más fuertes en voluntad para esforzarse, buscar, encontrar y no rendirse”
Fragmento de Ulises – Alfred Tennyson
…¿Tú crees que Papa Noel pueda salir a repartir regalos en la noche de Navidad?, estoy preocupado porque debe tener la edad del abuelo y a él no lo dejan salir de casa, además debe ser incómodo manejar un trineo con mascarilla…
Esta es una imaginaria conversación entre un niño y su padre donde le muestra sus preocupaciones porque en la situación actual que se vive Papa Noel no va a poder repartir regalos. En la lógica del niño y haciendo uso de sus referentes familiares compara a Papa Noel con su abuelo que es un adulto mayor, considerado como población de riesgo y por lo tanto sin autorización para desplazarse por las calles.
En estos días de fiestas navideñas no debemos olvidarnos de los adultos mayores que son uno de los grupos más afectados por esta pandemia, miles han fallecido y muchos otros se encuentran recluidos en sus hogares tratando de evitar contagiarse. Cada vez que se ven obligados a salir a la calle para hacer compras, realizar unos trámites y también para hacer la larga cola que les permita cobrar su pensión o el bono asignado por el gobierno, tienen que cargar con el peso del temor a contagiarse de coronavirus.
Son circunstancias difíciles para ellos por no poder ver a sus seres queridos, sin embargo, no son pocos los que han encontrado en sus teléfonos celulares una forma de encontrarse con los nietos y la familia a través de videollamadas, Zoom o simplemente escuchando sus voces.
Ellos tienen la sabiduría y experiencia que solo dan los años, ellos que sobrevivieron a tiempos de terrorismo, de crisis económica e inestabilidad política, ellos que siguen tratando de afrontar la vida con dignidad representan la fuerza de espíritu que necesitamos para sobreponernos a los tiempos difíciles.
Esta pandemia va a pasar en un tiempo más, hay que tomar el aprendizaje que nos trajeron las dificultades y ser optimistas porque vendrá un mañana y seremos privilegiados de haber sobrevivido a una circunstancia excepcional.
En algunos años más, cuando nuestro cabello luzca canas y nos sentemos en la mesa para disfrutar una cena de navidad con los seres queridos seguro recordaremos estos tiempos difíciles para contarlos como una anécdota a los nietos.
…Hijo, en la noche de Navidad no va a poder venir Papa Noel a casa a repartir los regalos porque como sabes ya tiene la edad del abuelo y debe quedarse en su casa, sin embargo, me ha encargado que yo te entregue tus regalos por él. También quiere verte así que hemos quedado en conversar por Zoom en Navidad, pero siempre y cuando te portes bien…
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