Usted está parado frente a una pequeña sala con personas, entre algunas conocidas y otras invitadas, quienes esperan escuchar sus palabras respecto del desarrollo de su último proyecto, el cual ha sido reconocido por la administración como una promesa de éxito. Sin embargo, las piernas le tiemblan, la boca se le seca y el estómago se le retuerce ante la idea de hablar frente a un público. A pesar de que hablar en público podría darle mayor reputación, expandir su red de contactos o encontrar nuevos inversionistas para un próximo proyecto, el miedo a decir algo incorrecto lo limita en esta oportunidad. Quizás la respuesta más común sea evitar estas situaciones. Después de todo, ¿quién desea sentir ansiedad cuando la puede evitar?
Sin embargo, aunque evitables, estas situaciones son más que nada posponibles en nuestro desarrollo profesional, pues constantemente nos enfrentamos a situaciones en las que se nos exige adaptar nuestro comportamiento para superarlas satisfactoriamente. Esta es una realidad que no podemos evitar y que, sin la determinación necesaria, podría significar una oportunidad perdida.
Para empezar a adoptar habilidades que nos provocan ansiedad, debemos de ser honestos con nosotros mismos. Por ejemplo, pensemos a la última vez que rechazamos dar unas palabras en público. Sincerándonos, ¿fue realmente debido a que no teníamos tiempo o teníamos miedo de hablar en público? Para poder enfrentar efectivamente estas situaciones, debemos de añadir elementos que nos hagan sentir en nuestra zona de confort. Por ejemplo, podemos aprovechar las situaciones en las que el tema del que vamos a hablar es uno que nos es familiar o, en el caso de expandir nuestra red de contactos, podemos escoger pequeños ambientes en los que el número de personas no nos intimide. Finalmente, hay que decidirnos por dar un salto de fe por nosotros mismos. Muchas de estas situaciones no sucederán de casualidad, sino que tendremos que buscarlas y exponernos a ellas. Empezar en situaciones controladas para luego ir aumentando el nivel de dificultad nos llevará efectivamente a una mejora gradual como profesionales y como personas.
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