Si bien las celebraciones litúrgicas o de culto religioso han sido una de las últimas actividades en permitirse en nuestro país, finalmente la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) accedió a que cada diócesis se organice para empezar las celebraciones eucarísticas en los templos de su jurisdicción bajo protocolos de higiene, bioseguridad y distanciamiento social.
La apertura de los templos fue progresiva. Desde julio varias diócesis y arquidiócesis del país como Tumbes y Piura, Yauyos en Cañete, Chiclayo, Trujillo y Tacna abrieron sus templos para la oración personal bajo un estricto protocolo. A partir del 2 de noviembre, varias diócesis han permitido los bautizos y matrimonios con un aforo de un tercio de su capacidad.
Como se sabe, cada obispo tiene la potestad para determinar el inicio de la celebración dominical y diaria de la misa, así como de los sacramentos. En diversas diócesis del país, así como en la arquidiócesis de Lima se han permitido las celebraciones eucarísticas desde el 15 de noviembre.
Esta ha sido una noticia sumamente esperada para los católicos, ya que la libertad religiosa es un derecho fundamental, así como el valor de la eucaristía. Lo cierto es que desde ahora para asistir a misa hay medidas que debemos conocer para evitar la propagación y el contagio de la COVID-19.
Una de las disposiciones para la celebración de la misa es el aforo permitido de un tercio de la capacidad de los templos y dentro de éstos las personas deberán mantener un metro de distancia. El uso de mascarillas es obligatorio, la recepción de la comunión será en la mano y el saludo de la paz se sustituirá por un gesto que evite el contacto.
Además, en la puerta de los templos se deberá habilitar una alfombra con agua y lejía para desinfectar el calzado. Los voluntarios de cada parroquia deberán tomar la temperatura a quienes ingresen al templo. No habrá agua bendita y en vez de la colecta se colocarán alcancías o canastas en la entrada del templo.
Diversas parroquias priorizarán la misa presencial entre semana y otras, la dominical, ya que la inmovilización social obligatoria del domingo se ha levantado. Pero las misas online continuarán transmitiéndose. Es recomendable que los menores de 14 años y adulto mayores o de alto riesgo asistan virtualmente a la misa.
A su vez, los párrocos, capellanes y sacerdotes deberán implementar todas las indicaciones con el apoyo de grupos de voluntarios para reiniciar las celebraciones litúrgicas con los protocolos de higiene, bioseguridad y distanciamiento social para así cuidar la salud y bien integral de los asistentes.
Por nuestra parte, los católicos en nuestro país esperamos seguir de la mejor manera las disposiciones y ser ejemplo de convivencia y civismo también dentro de los templos y lugares de culto religioso. Así podremos vivir nuestra fe de manera más libre y a la vez responsable para reencontrarnos alegremente con Jesús en la eucaristía.
Comparte esta noticia