Por iniciativa del Estado, con su campaña Respira Perú, promovida por la Conferencia Episcopal Peruana, la Sociedad Nacional de Industrias y la USIL, se han implementado 13 plantas de oxígeno en diversos hospitales del país (el primero en Arequipa, dos en Huánuco, dos en Lima, uno en Tacna, en San Martín, Trujillo y Abancay, dos en Ica y el último en Piura).
Sin embargo, la demanda de oxígeno, por causa de la COVID-19, es mucho mayor. Es por ello, que diversas diócesis y arquidiócesis del Perú vienen haciendo grandes esfuerzos en adquirir plantas propias de oxígeno para que, con supervisión médica, los pobladores sigan batallando contra la COVID-19 desde sus hogares.
La diócesis de Chiclayo lanzó el 14 de febrero la campaña Oxígeno de la esperanza, que busca conseguir dos plantas de oxígeno para Lambayeque. Según el padre Fidel Purisaca, director de la oficina de medios de comunicación social de esta diócesis, hasta ahora se han recaudado un millón 300 mil soles.
“Cada planta cuesta 800 mil nuevos soles y se ha pagado el cincuenta por ciento de la primera planta de oxígeno. Su instalación demorará dos meses más”, replicó el padre Purisaca. Esta planta de oxígeno medicinal estará ubicada en la sede de Cáritas Chiclayo, que se encuentra camino a Pimentel.
La arquidiócesis de Piura lanzó el 20 de febrero la campaña Respira Piura, que busca implementar en el local de Cáritas Piura una planta de oxígeno que abastezca 48 balones de diez metros cúbicos al día. Esta planta está destinada para uso de los piuranos y pobladores aledaños como Paita, Talara e incluso Tumbes.
Según informaron, el costo de esta planta, su instalación y puesta en funcionamiento, incluido su mantenimiento es de 700 mil nuevos soles. El fabricante es Motores Diesel Andinos, la empresa que hace las plantas de oxígeno en Respira Perú, quien garantiza el servicio técnico, la fabricación y ensamblaje.
En la segunda semana de campaña, Respira Piura logró reunir 228 mil soles. “Esta planta de oxígeno nos permitirá suministrar oxígeno a los enfermos más pobres que se están atendiendo con indicación y supervisión médica en sus hogares o centros de oxigenación”, expresó Mons. Jose Antonio Eguren, arzobispo de Piura y Tumbes.
La prelatura de Yauyos, una de las provincias al sur de Lima que es una diócesis en formación, viene impulsando la campaña Planta de oxígeno para Cañete y Yauyos que, junto a la Asociación Civil Avancemos Juntos por Cañete y Yauyos, buscan implementar una planta de oxígeno medicinal de mil 200 metros cúbicos.
“Esta planta abastecería con 50 balones diarios de oxígeno. Para construirla se requieren 850 mil soles”, señaló el padre Miguel Ángel Chumpitáz, vicario general de la prelatura de Yauyos, quien explica que lo mejor será construir la planta de oxígeno fuera de la infraestructura hospitalaria, por su precaria situación.
“Sólo el hospital provisional de Cañete, que es parte del MINSA, cuenta con una planta de oxígeno que abastece cien camas para pacientes de COVID-19. Hay muchos enfermos que están en sus casas y se necesitan balones con oxígeno, pero no hay donde recargarlos y muchos viajan hasta Lima”, explica el prelado.
Por su parte, el vicariato apostólico de Loreto, que pertenece a la provincia de Loreto, Nauta y cinco distritos de la provincia de Maynas, ha lanzado el 14 de febrero la campaña Loreto te necesita. Sé un ángel del oxígeno, para construir una nueva planta de oxígeno que produzca 72 balones diarios de diez metros cúbicos.
“El costo de esta planta sería de un millón 400 mil nuevos soles y se han recaudado 970 mil”, según el padre Miguel Fuertes, administrador diocesano, en lugar del obispo de la diócesis, Mons. Miguel Olaortúa, quien falleció el 1 de noviembre del 2019. El reemplazo del obispo todavía no ha sido nombrado por el Vaticano.
Los vicariatos apostólicos son lugares de misión, con pocos recursos y dependen de Roma. El vicariato apostólico de Loreto, administrador de esta nueva planta, adquirió en el 2020, dos millones 205 mil nuevos soles para construir cuatro plantas de oxígeno, tres para el Hospital Regional de Loreto y una para Nauta.
Que los peruanos pongamos nuevamente al servicio de los que menos tienen nuestra ayuda. Unidos podremos hacer realidad estas iniciativas de diversas partes de la iglesia católica en el Perú para ayudar a los enfermos de COVID-19. Hoy pueden ser ellos, mañana nosotros.
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