Piense en un hombre que agrede a su pareja. Probablemente, la imagen más común es aquella de un hombre impulsivo, siempre dispuesto a agredir y enfermo mental, como señala Norma Fuller.
Hace un par de meses en esta misma columna comenté que una encuesta* a más de 8 mil universitarios señaló que el 85% de ellos consideraba que quienes agreden a su pareja son, en efecto, enfermos metales. Sin embargo, al mismo tiempo un 80% del total de esos mismos encuestados le pegaría a su pareja por alguna razón (provocación, pérdida de control, solo levemente, etc.).
Esa imagen rígida de los agresores contrasta con lo que la evidencia señala. Los agresores no son iguales. Por el contrario, existen por lo menos tres tipos bien diferenciados que Amy Holtzworth-Munroe y Gregory Stuart** teorizaron y hallaron en la práctica. Desde entonces, sus hallazgos han sido validados en distintos países.
En un reciente estudio*** que publiqué el año pasado con Hugo Morales, y gracias al financiamiento del Consorcio de Investigación Económica y Social, nos preguntamos si también existía una tipología de agresores para el Perú.
Para responderlo, realizamos entrevistas a 344 reos en Lurigancho y Castro Castro y los distinguimos en función de la severidad y frecuencia de sus agresiones, del objeto de la misma (la pareja o también terceros), y la presencia de trastornos de personalidad.
Nuestros resultados nos permitieron hallar tres tipos de agresores de mujeres en situación de pareja:
Violentos en lo Familiar de Baja Intensidad. Fueron los más frecuentes en nuestra muestra (73%). Sus agresiones están dirigidas básicamente a su pareja. No exteriorizan su violencia hacia terceros. En todo caso, muy pocos de ellos lo hacen. La probabilidad de hallar trastornos de personalidad en este grupo es bastante baja (casi nula, diría).
Violentos en lo Familiar de Baja Intensidad. Representaron al 23% de la muestra. Son similares a los anteriores en dos sentidos. Solo agreden a su pareja y presentan una muy baja probabilidad de presentar trastornos de personalidad. Sin embargo, este tipo es el que ejerce violencia más severa y frecuente. Su abanico de agresiones cubre esencialmente la coerción, la violencia psicológica y la física. Si bien la violencia sexual es poco frecuente, sí marca una diferencia frente al resto de tipos de agresores.
Violentos en General. Son la proporción más pequeña de la muestra (4%) y al mismo tiempo la única con trastornos de personalidad (antisocial, borderline / disfóricos y dependientes). En línea con estudios en otros países, este hallazgo confirma que la gran mayoría de agresores lo hace sin tener un trastorno de personalidad. Los problemas mentales en este grupo se asocian con la falta de respeto por el otro, la dificultad de marcar límites a sus agresiones y un grado de dependencia en su pareja para la realización de sus deseos y objetivos. En efecto, una fórmula peligrosa, lo que sin embargo no quiere decir que los feminicidas no puedan provenir de otros tipos de agresores.
¿Qué conclusiones sacar? Por lo menos tres. Primero, que en forma contraria al sentido común ciudadano, la gran mayoría de agresores carece de enfermedades mentales. Segundo, la ausencia de estos rasgos hace que sea más difícil identificarlos en la población general. De ahí que nos sorprenda enterarnos de que un amigo haya agredido a su pareja (“¡pero si era tan tranquilo en el trabajo!”). Tercero, que los servicios estatales deberían reconocer esta heterogeneidad en los agresores y brindarles tratamiento en base a sus distintos riesgos y necesidades. Datos como estos podrían ayudar a programas de tratamiento más eficaces y a una menor violencia contra las mujeres. Esperemos que sea así.
* Vara, Arístides, López, Dennis (2017). “Sí, pero no”. La aceptación implícita de la violencia contra las mujeres en el Perú Un estudio nacional en jóvenes universitari*s que demuestra la alta tolerancia hacia la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja. Lima, GIZ, USMP. Disponible en http://bit.ly/2RahLLO
** Holtzworth-Munroe, Amy & Stuart, Gregory (1994). Typologies of Male Batterers: Three Subtypes and the Differences Among Them. Psychological Bulletin, 116(3), 476-497.
*** Hernández, Wilson & Morales, Hugo (2019). Violencia contra las mujeres: Patrones de victimización y tipología de agresores. Lima, CIES. Disponible en: http://bit.ly/2FCynt6
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