La diseñadora peruana Alexandra Temple lleva más de veinte años en la industria de la moda peruana. Sus joyas juegan con diversas formas geométricas e incluyen piedras preciosas como el ópalo andino y el cuarzo rosa.
Alexandra Temple descubrió su pasión por la joyería luego de llevar un curso de ‘vitrofusión’ en el 2002. La diseñadora peruana se enamoró del arte de convertir el vidrio en alhajas y su camino la llevó a experimentar otras técnicas que le permitieron crear joyas en plata. “Estudiar joyería me permitió poder expresarme de forma técnica con los artesanos para lograr piezas de arte”, comenta a RPP.
Lleva más de veinte años dedicada a la joyería y Temple considera que el trabajo con el artesano se debe valorar más para que la industria crezca: “Debemos crear conciencia en ello, ser responsables con nuestra compra y apoyar en primer lugar al país, como lo hacen en Colombia y Brasil”.
Su experiencia le ha valido ser partícipe de la exhibición permanente que tiene el Museo de Minerales del Perú. Sobre esta experiencia, la diseñadora comenta: “Un cliente llegó a mi tienda y me contó sobre la magia de los cristales y hablamos del museo y de Andrés del Castillo, su fundador. Luego, la artista plástica Belinda Tami, que se encarga de exposiciones culturales, me dijo que mis joyas lucirían muy bien en el museo”. Tras esa oportunidad, Alexandra Temple diseñó una colección exclusiva que puede verse en el museo.
EN BUSCA DE NUEVOS MERCADOS
Alexandra Temple está orgullosa de trabajar con materiales finos, preciosos y naturales. Sus joyas llevan cuarzo rosa, ópalo andino, cuarzo fumé y amatista, por mencionar algunas de las piedras que utiliza. “Los materiales más importantes para mí son las piedras y elementos orgánicos. Me gustar crear a mano alzada, llevo siempre conmigo mi cuaderno y un lápiz, a lo antiguo”, revela la diseñadora.
Su atención a los detalles la llevado a expandir sus horizontes. “Mis joyas y arte de diferentes partes del mundo se exponen durante dos días en la Academia Ursulina de Dallas, en Texas, y lo recaudado se dona a las diferentes obras sociales que ellos tienen alrededor del mundo especialmente en los países más necesitados”, comenta.
Y no solo eso, sus joyas se han exhibido en Dubai y no descarta conquistar nuevos mercados con su arte. “Sigo y seguiré apostando por lo hecho a mano en Perú, por darle continuidad a nuestra historia y por ayudar con un grano de arena a mi país. Cuando amas lo que haces todo fluye”, recalca Temple, pues para ella, el cielo es el límite.
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