Asbanc advierte que si nuevo decreto de urgencia no convence la parálisis en el sector se puede volver sistémica en tres o cuatro meses y afectar a toda la economía.
La banca mantendrá cerrado el caño del financiamiento a las constructoras investigadas por corrupción si no convence el nuevo decreto de urgencia que trabaja el Gobierno para garantizar las operaciones de estas empresas y el pago de la reparación civil al Estado, según advirtió la Asociación de Bancos (Asbanc).
No las financiarán
El presidente del gremio empresarial, Oscar Rivera, mencionó que hace tres meses se empezó a restringir los préstamos a las empresas constructoras investigadas por actos de corrupción, que a la fecha ya suman más de 30, tanto por el caso Lava Jato como por el club de la construcción.
“El crédito se ha cortado puede seguir pero con un cambio con garantías efectivas sobre el monto que es lo que no pasa, yo quiero 10,000 pero ¿qué me das como garantía por esos 10,000?, pero más allá de eso, lo demás se ha parado. Nuevamente, no podemos seguir soltando el caño cuando estamos en la nebulosa”, mencionó Rivera.
El decreto de urgencia 003 que emitió el Gobierno en febrero del 2017 para garantizar la continuidad de los proyectos de las empresas involucradas en actos de corrupción ha fracasado, según Rivera, y lejos de cumplir su objetivo ha paralizado al sector, roto la cadena de pagos y eliminado miles de puestos de trabajo en el camino.
Piden fideicomiso
El gerente de estudios económicos de Asbanc, Alberto Morisaki, considera que la nueva norma, que trabaja el Ministerio de Economía, debe constituir un fideicomiso de garantía sobre bienes, activos derechos y acciones, cuyo monto debe ser mayor a la reparación civil que las constructoras pagarán.
“El fideicomiso si bien estaba en el decreto 003 estaba amarrado a una reparación civil que no era clara, no había una metodología por ende si alguna empresa que quería adquirir a algunas de estas empresas aparte de pagar el valor de los activos tenía que pagar por la reparación que era incierta”, criticó Morisaki.
La deuda de las constructoras vinculadas a proyectos de infraestructura con la banca es de más de US$2,000 millones y si bien en este momento no representa un problema para el sistema financiero, el presidente de Asbanc, advirtió que si no se toman medidas y el sector sigue paralizado se puede generar un problema sistémico para la economía.
“Puedo decir tres meses o cuatro meses es difícil calcularlo, pero creo que la cascada hacia abajo vendría muy rápidamente, el mal sistémico toma proporciones y es como un huaico va agarrando proporciones cuando viene, agarra a uno, agarra al otro, contagia a uno, contagia al otro”, comentó el presidente de Asbanc.
Ahora el reto para el Gobierno será detener cuanto antes este efecto contagio producido por el cáncer de la corrupción.
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