Cifras preliminares a noviembre del año pasado muestran mejora en el indicador. Gobierno espera que tendencia se mantenga este año.
Aun cuando faltan las cifras de diciembre, el ministerio de energía y minas considera que el 2017 fue positivo para la inversión minera, uno de los principales músculos de la economía peruana.
De acuerdo con el ministerio, la inversión en minería avanzó un 13% a noviembre del año pasado, un aumento mayor al registrado en el 2016, pasando de cerca de 300 millones de dólares hasta alcanzar los 515 millones de dólares al cierre de noviembre.
¿Incertidumbre?
Pero ¿qué sucederán por la incertidumbre política? El viceministro de minas, Ricardo Labó, consideró que el 2018 la inversión minera seguirá creciendo.
"Y eso no ha tenido un impacto sobre las decisiones de inversión significativas, no, entonces creemos que lo que está ocurriendo ahora también las decisiones de los inversionistas se basan en la visión del largo plazo", detalló.
Michiquillay
En esa misma línea, el funcionario confía que el postergado proyecto minero de Michiquillay de todas maneras se dará el 20 de febrero, pues se habrían disipado las dudas de los postores respecto al futuro político nacional y descartó que haya desacuerdos con las comunidades.
"Ciertamente uno de los requisitos para poder iniciar cualquier actividad es tener cualquier acuerdo o propiedad sobre los terrenos y ese es un compromiso que han adquirido las comunidades de la zona de influencia del proyecto", comentó.
Inversión 2018
Adelantó además que se tendrán noticias de proyectos como Quellaveco a mediados de año, que junto a otros impulsarían también la inversión minera en el 2018.
"En total estas inversiones, Quellaveco, Mina Justa, Pampa del Pongo, Toromocho y Corani representan el inicio de más de US$10,000 millones de en inversión, así que somos positivos con respecto a esto", dijo.
Riesgos
Finalmente, el funcionario indicó que, a pesar de que existe fuerte optimismo por el desarrollo de la minería este año, los conflictos sociales, el precio internacional de los metales y las condiciones políticas son riesgos constantes para el sector.
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