Un informe de Apoyo Consultoría realizó proyecciones sobre el panorama económico que podría verse en los próximos meses tras las elecciones presidenciales.
Independientemente de quien gane las elecciones presidenciales los próximos meses mostrarían un entorno complicado tanto a nivel político como económico, según José Carlos Saavedra, socio y economista principal de Apoyo Consultoría.
"Esto estará caracterizado por inestabilidad política, la fragmentación del Congreso, demandas ciudadanas por el fuerte daño que ha generado la pandemia. Un contexto político así en el que no se pueden lograr alianzas genera un riesgo muy elevado de populismo tanto a nivel microeconómico, lo cual dificulta el crecimiento económico y la creación de empleo", explicó el experto.
Ante ese posible escenario, un estudio de Apoyo Consultoría señala que no habrían espacios para realizar reformas consistentes
Uno de los más grandes cambios que se plantean es un nuevo modelo económico denominado "economía popular con mercados", propuesto por el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo.
"Para el caso del escenario Castillo, hemos asumido que se realiza una asamblea constituyente y que se realizan cambios importantes al capitulo económico de la Constitución. (Se cambian) el artículo 60, 62, 70, 84, que básicamente lo que hacen es proteger los contratos, la propiedad privada, restringen que el Banco Central financie al fisco", indica Saavedra.
Con estos cambios, Apoyo Consultoría señala que habría un gasto público muy fuerte e incremento de la deuda pública, un escenario que se basa en lo que ya ha ocurrido en otros países de la región que planteaban modificaciones similares.
"En ese contexto nos parece que lo más probable si se aplican estas medidas (propuestas por Castillo) es que se repita la historia de otros países de América Latina, en los cuales durante un periodo inicial se da lo que se llama 'la ilusión de la bonanza' que es un crecimiento económico y de consumo artificial inflado por el gasto público, mientras que se deteriora la capacidad productiva del país, cae la inversión privada y cae el empleo formal. Pero, la sensación es de mejora porque el gasto público soporta todo hasta que la factura se debe pagar", precisó.
Saavedra indica que esto sería similar a lo ocurrido durante el primer gobierno de Alan García, o en los gobiernos de Ecuador, Bolivia y Argentina.
El economista agregó que esta ilusión de crecimiento se puede sostener hasta ocho o nueve años, luego de los cuales se sentirán los efectos de los cambios económicos.
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