Se acabó el misterio. Luego de más de 15 días de espera apareció el afortunado tinkero que ganó el segundo pozo más alto de la historia puesto en juego por La Tinka. Aún incrédulo de saber que el destino le haya reservado la mejor de las suertes: ser el nuevo millonario del Perú, gracias a los 12 millones de nuevos soles que puso en juego la lotería líder del país el pasado domingo 17 de mayo, el humilde padre de familia, amoroso esposo y engreidor abuelito, no deja de agradecer por tanta dicha.
Según relató, cuando se acercó al puesto de venta de La Tinka, ubicado en la farmacia "Boticas & Salud Selva SAC", del Jr. Raimondi, en Pucallpa, Ucayali, el día sábado 16 alrededor de las 5pm, no imaginó que, de esa manera, estaba abriendo la puerta a su más grande sueño. Sostenido en su gran fe, constancia y esperanza, el feliz ucayalino no deja de emocionarse al decir que: "Dios escuchó sus plegarias", teniendo así, y desde ahora, la gran oportunidad de poder cumplir con todas sus metas personales y familiares y ayudar a quiénes más lo necesitan.
El ganador, quien es un ejemplo de constancia, pues juega la Tinka semanalmente desde hace más de 10 años, comentó que los números que hoy le permiten mirar la vida de manera distinta los estudiaba, con la finalidad de alcanzar, al menos, un premio de la lotería. Esta vez lo hizo de la misma manera y apostó a jugar, junto con su esposa, dos combinaciones diferentes que les dieran mayores chances de alcanzar su gran sueño. Utilizó números cabalísticos que representaban sucesos importantes de su vida como la fecha de su bautizo, el día de fallecimiento de su padre y la fecha del santo de su devoción, San Roque.
Como dato curioso comentó que buscó que los números elegidos, formaran la letra J, en alusión a Jesús, a quien siempre le pidió no sólo por el bienestar de él, de sus hijos y de sus nietos, sino también por bonanza, para bien de los suyos y de quienes más los necesitan, pues con el dinero ganado, podrá dedicarse también a hacer las obras en favor de su prójimo, metas que siempre se forjó, que soñó, que idealizó, y que gracias a la Tinka podrá cristalizar, dijo el aún emocionado ganador. Por todo ello recomendó al público jugar todos los miércoles y domingos La Tinka, porque "los sueños sí se hacen realidad".
Los 4 soles que cambiaron su vida
Para el ganador, quien sigue laborando y lleva su vida con la misma entrega y responsabilidad que desde el primer día, resulta difícil creer que por apenas 4 soles, su vida haya cambiado tan radicalmente.
Según reveló, una de las primeras promesas que cumplirá, será ayudar a aquellas personas que, por bajos recursos, no pueden acceder a servicios de salud y medicinas adecuadas para satisfacer sus necesidades, y ello en virtud a que uno de sus mayores deseos en la vida fue ser médico, pero no pudo cumplirlo. Además de ello, tiene previsto hacer una donación a la Catedral de Pucallpa, recinto religioso por el que guarda un especial cariño y admiración. Esta consistirá en un gran órgano musical que, acompañado de un violín, un clarinete y un saxofón, harán remecer al templo, como una vez pudo experimentarlo durante una boda que se celebró en él. Otra promesa que también hará realidad será entregarle una suma simbólica a Natalia Da Cruz Meneses, la joven promotora que le vendió el boleto y digitó los números que le dieron la suerte. Cabe resaltar que hace más de 5 años que no se repartía un pozo de tal magnitud a un solo ganador. El gran pozo acumulado ha sido casi histórico y ha marcado un referente importante, tanto para la empresa como para los fieles tinkeros que, semana a semana, depositan su confianza en su lotería preferida con el gran afán de cambiar sus vidas.
Así como 2008 fue un año ganador para el Perú con La Tinka, este 2009 se vislumbra aún mejor para todos los peruanos que semana a semana confían su suerte a su lotería preferida, la misma que, gracias a su confianza y transparencia a lo largo de estos 14 años de vigencia ininterrumpida, ha sabido mantener su estatus de ser la líder indiscutible en el mercado de las loterías electrónicas en el país.