¿Cómo debe ser el primer baño del bebé?

Una de las actividades más importantes en la vida de un recién nacido, es el primer baño. Sea que se trate de una madre primeriza o no, éste será vital para que se fortalezcan ambos vínculos, ya que es en ese momento cuando se estimula el contacto corporal.


Según la doctora Rosalía Ballona, Jefe del área de dermatología del Instituto Nacional de Salud del Niño, el primer baño, debe ser un baño de esponja, que debe de realizarse con paños húmedos o con una esponja, salvo que se le haya caído el cordón umbilical y la herida del bebé haya cicatrizado por completo, en ese caso haremos un baño de tina.


Es primordial también que la madre se sienta confiada al momento de realizar el aseo del recién nacido, para lo cual deberá tener cierto conocimiento y orientación sobre el tipo de bañera a emplear. Ambos, tanto la madre como el recién nacido, deberán sentirse cómodos. Para ello, la madre debe colocar la bañera en un lugar seguro y tener en cuenta la temperatura del agua, la cual debe ser similar a la temperatura interna del cuerpo del bebé (37º aprox.).


Pasos para un correcto baño:


Antes de empezar con el baño del bebé, tenga a la mano todo lo necesario, para no descuidar a su bebé en ningún momento, luego siga los siguientes pasos:


Coloque la bañera, recomendablemente de plástico, a la altura de la cintura. Se aconseja poner algunos pisos antideslizantes o una base de esponja delgada.


A manera de asegurarse que la temperatura sea la más adecuada, la madre puede utilizar su codo o la parte interior de su muñeca. Sin embargo, en la actualidad existen diversos termómetros decorativos y muy útiles para medir la temperatura del agua.


Desvista al bebé dejando puesto el pañal. Envuélvalo en una toalla mientras le lava la cara y la cabeza.


Limpie suavemente cada ojo por separado con bolitas de algodón y/o gasa humedecidas con agua limpia, desde la esquina interna del ojo hacia afuera.


Quite el pañal y compruebe la temperatura del agua con la parte interna de la muñeca.


Sostenga al bebé hacia usted, colocando la cabeza sobre la bañera para lavar el cabello con shampoo. Aplique una pequeña cantidad y masajee suavemente el cuero cabelludo. No frote con demasiada fuerza, no use las uñas. Enjuague y seque el cabello.


Si está usando un baño líquido, agregue un poco de agua antes de colocar al bebé en la bañera. Sostenga firmemente el cuerpo de su bebé cuando lo ponga en la tina, acaricie la piel de su bebé mientras lo baña, luego enjuague.


Al terminar el baño saque al bebé de la bañera y envuélvalo en una toalla limpia. Séquelo suavemente y asegúrese de secar los pliegues de la piel.


Compruebe que el área del ombligo no presente enrojecimiento, hinchazón, mal olor, ni humedad. Mientras que el cordón está secando, límpielo con un copito de algodón humedecido en alcohol, mínimo tres veces por día. Guíese por la información de su pediatra o enfermera.


Humecte la piel de su bebé masajeándolo suavemente con crema líquida o aceite. Su bebe aprenderá a disfrutarlo.


Limpie cuidadosamente los genitales, en las niñas siempre de adelante hacia atrás. En el niño no jale la piel del pene. Enjuáguelo.


Aplíquele uniformemente crema protectora en el área del pañal y luego vista a su bebé.


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