La exposición a los rayos del Sol prolongadas horas podría originar serios daños a la piel. Adultos y niños deben usar protectores solares aun cuando deban realizar actividades cotidianas y deban estar expuestos al Sol.
El verano es la estación más esperada del año donde podemos disfrutar del sol, las playas y piscinas. La llegada del astro rey nos invita a pasar mucho más tiempo bajo su exposición olvidándonos de las consecuencias que esto podría significar para nuestra salud, si no tenemos el debido cuidado. Daños que en el peor de los casos podrían llegar a ser graves.
El doctor Óscar Barrenechea, Director médico de Marketing Farma de Química Suiza S.A., afirmó que la exposición a los rayos del sol sin precaución no sólo puede ocasionar enrojecimiento o quemaduras cutáneas en el corto plazo, también se puede desarrollar un melanoma, un tipo de cáncer a la piel que cada vez está en aumento. Aparece con unas manchas que con el tiempo incrementan su tamaño y en ocasiones es causa de lesiones graves.
"Cuando una persona se expone a los rayos solares, está recibiendo una cantidad de energía no ionizante capaz de modificar las células de su piel. Esto sucede no sólo cuando acudimos a la playa, también cuando realizamos cualquier otra actividad al aire libre por muchas horas”, enfatizó.
El galeno explicó que con frecuencia la radiación solar que llega a la piel es superior a la que ésta puede resistir, por lo que es necesaria una protección adicional. Ésta es la función de los filtros solares, que al ser aplicados ejercen un efecto protector que impedirá el paso de los rayos ultravioleta.
Por esta razón, el doctor Barrenechea dio algunos prácticos y útiles consejos para prevenir las enfermedades a la piel:
Aplicar la crema protectora solar media hora antes de exponerse al sol, con la piel seca y en cantidad suficiente. Para asegurar la barrera de protección, repetir la aplicación cada dos horas.
Utilizar un bloqueador resistente al agua de preferencia con factor de protección 30 o más, de lo contrario, aplicarse la crema nuevamente tras el secado.
Evitar estar bajo el sol entre las 12 y las 16 horas donde el sol es mucho más nocivo para la piel.
Asimismo es importante bañarse con agua fría en casa luego de un día de playa, además de aplicarse una crema hidratante y refrescante.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que la piel de los niños presenta diferencias respecto de la piel de los adultos. Es mucho más sensible y hay que darle mayor protección. En ese sentido, el doctor aconsejó no exponerlos al sol antes de los tres años y protegerlos con gorras y camisetas.
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