Con 19 años, Manuela, hija de Alejandro Sanz y Jaydy Michel, posa por primera vez para una portada y habla sobre sus populares padres. Ella descarta que esté buscando la fama.
Manuela, hija de Alejandro Sanz y Jaydy Michel, es famosa desde el día en que nació y ha crecido rodeada de paparazzi y artistas. Ahora, a sus 19 años y mientras estudia Diseño de Moda, sueña con hacerse un nombre en el mundo de la moda.
Durante su infancia y adolescencia, su familia siempre intentó proteger su intimidad. Al llegar a la adultez, comenzaron las apariciones públicas: la primera se dio en setiembre con su padre, en el Festival de Cine de San Sebastián, y ahora al posar con su madre para la portada española de Vanity Fair.
Manuela Sánchez habla así de Rachel Valdés, la pareja de su progenitor: "Me encanta su arte. Una de las tareas de la escuela de moda a la que acudo era hacer una colección inspirada en la obra de una artista y lo hice pensando en ella".
La heredera de Alejandro Sanz parece predestinada a la popularidad, ya que se mueve con soltura ante las cámaras. En breve, regresará a México, donde ha residido en los últimos años con su madre, para proseguir con sus estudios.
Por su parte, Jaydy Michel ha vuelto a España para quedarse, ya que su marido, el exjugador Rafa Márquez, entrena a un equipo en Madrid. Ella aprovechará su estancia para relanzar su carrera como modelo y actriz.
NO BUSCA LA FAMA
Jaydy tenía 19 años cuando se mudó a España para estudiar periodismo. En una reunión conoció a Alejandro Sanz. Aquel fortuito encuentro terminó en boda. La separación de la pareja, en 2005, suscitó mucho interés. Manuela Sánchez tenía cuatro años y se quedó a vivir con su madre, con quien asegura "nos parecemos mucho en el carácter. Somos perseverantes y honestas".
Al margen del innegable peso mediático de sus padres, la joven busca su propio lugar en el mundo. Acerca de la fama, la hija del cantante asegura que "no me da miedo, pero tampoco estoy buscando ser famosa. No me considero influencer".
Manuela habla con orgullo de Alejandro Sanz, al que se parece en su perseverancia y sensibilidad: "Me alegro de que todo el mundo lo quiera y admire tanto, pero para mí es mi padre. Lo importante es que es buena persona y que siempre que puede intenta ayudar a la gente".
Aunque está centrada en sus estudios de moda, no descarta seguir los pasos de su famoso padre y dedicarse en un futuro a la música: "a lo mejor me da por sacar un disco. Puede ser". (Europa Press)
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