El alguna vez ídolo de la televisión es un criminal convicto. Un juez decidirá, entre hoy y mañana, si lo condena a prisión por acoso sexual. A sus 81 años, enfrenta hasta 30 años de cárcel.
La caída de Bill Cosby, que pasó de ser el "papá de Estados Unidos" a un criminal convicto, cerrará su capítulo esta semana en un tribunal de Pensilvania, cuando un juez decida si condena a prisión al comediante, de 81 años, por acoso sexual.
El actor, que fue hallado culpable en abril, es la primera celebridad en ser condenada desde el inicio de #MeToo, que involucró a decenas de poderosos hombres del entretenimiento y otras industrias en denuncias de acoso sexual.
Cosby llegó a la corte en Norristown, Pensilvania, caminando con un bastón y tomado del brazo de su portavoz, Andrew Wyatt. Varias de sus acusadoras, incluyendo a la modelo Janice Dickinson, estaban presentes para la audiencia de la sentencia, que se prevé que dure dos días. Más de 50 mujeres, a lo largo de varias décadas, lo acusaron de abuso sexual. Con ello su reputación se vio destrozada.
¿LIBERTAD CONDICIONAL O CÁRCEL?
Él enfrenta hasta 10 años de prisión en cada una de las tres causas de agresión indecente agravada, aunque es improbable que el juez Steven O'Neill, de la Corte del Condado de Montgomery imponga una pena de 30 años, según Steven Chanenson, profesor de derecho en la Universidad de Villanova.
Las guías de condenas del estado, que no son obligatorias, recomiendan una sentencia de entre dos y cuatro años, explicó Chanenson.
Se espera que los fiscales busquen una condena larga, citando la naturaleza de los delitos de Bill Cosby al igual que su supuesto historial de mal comportamiento. El actor fue condenado por drogar y abusar sexualmente de Andrea Constand, una exadministradora de la Universidad de Temple, en su casa en el área de Filadelfia en 2004.
Los abogados defensores probablemente apunten a la libertad condicional debido a la edad del actor, a su debilidad y mala vista.
El primer juicio de Cosby en 2017 terminó en nulidad cuando el jurado no alcanzó un veredicto unánime. Poco después del procedimiento, algunas mujeres comenzaron a demandar a hombres influyentes de acoso sexual, lanzando los movimientos #MeToo y #TimesUp que alentaron a las víctimas a hablar sobre sus experiencias. (Reuters)
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