La actriz aseguró que en su juventud fue muy descuidada a la hora de tomar el sol.
La actriz Brooke Shields confesó en Los Ángeles que recientemente se sometió a una pequeña intervención para retirarle un lunar de la cara que resultó ser canceroso, informó la edición digital de la revista People.
"Tenía un lunar en mi cara y resultó que era precanceroso. Estaba asustada", comentó Shields, de 43 años, convertida ahora en la imagen de una marca de productos para protección de la piel.
La actriz de filmes como "El lago azul" (1990) aseguró que en su juventud fue muy descuidada a la hora de tomar el sol.
"Solía pensar que tomar el sol era lo mejor del mundo y usaba aceites, papel de aluminio y limón para el pelo cuando era adolescente. Todas mis amigas y yo íbamos a la azotea en Nueva York, no necesitábamos estar en la playa", explicó Shields, quien dejó de perseguir activamente el bronceado hace una década.
"Piensas que porque ya no lo haces más eso se queda en el pasado. Entonces algo como eso (el lunar) aparece y te vuelves consciente de lo peligroso que (tomar el sol) puede ser realmente", dijo.
La artista, cuya familia se enfrenta a la demencia que sufre su madre, Teri, declaró que había decidido promocionar un protector solar al pensar en sus hijas Rowan y Grier, de seis y tres años, respectivamente. "Mis niñas son traslúcidas", comentó bromeando.
"Son pelirrojas, ¡reflejan!. Tengo que estar más vigilante con esto (el sol)", añadió y reconoció que a sus hijas no les gustaba que les pusiera crema contra los rayos solares.
"Tenía un lunar en mi cara y resultó que era precanceroso. Estaba asustada", comentó Shields, de 43 años, convertida ahora en la imagen de una marca de productos para protección de la piel.
La actriz de filmes como "El lago azul" (1990) aseguró que en su juventud fue muy descuidada a la hora de tomar el sol.
"Solía pensar que tomar el sol era lo mejor del mundo y usaba aceites, papel de aluminio y limón para el pelo cuando era adolescente. Todas mis amigas y yo íbamos a la azotea en Nueva York, no necesitábamos estar en la playa", explicó Shields, quien dejó de perseguir activamente el bronceado hace una década.
"Piensas que porque ya no lo haces más eso se queda en el pasado. Entonces algo como eso (el lunar) aparece y te vuelves consciente de lo peligroso que (tomar el sol) puede ser realmente", dijo.
La artista, cuya familia se enfrenta a la demencia que sufre su madre, Teri, declaró que había decidido promocionar un protector solar al pensar en sus hijas Rowan y Grier, de seis y tres años, respectivamente. "Mis niñas son traslúcidas", comentó bromeando.
"Son pelirrojas, ¡reflejan!. Tengo que estar más vigilante con esto (el sol)", añadió y reconoció que a sus hijas no les gustaba que les pusiera crema contra los rayos solares.
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