La modelo del momento cumple su sueño de ser actriz con sus siete películas pendientes de estreno. Y ahora dice que nunca quiso estar en una pasarela.
Algunos creen ver en ella a la heredera de Kate Moss. Es Cara Delevingne, una supermodelo a la que las nuevas generaciones idolatran, con 2,51 millones de seguidores en Twitter y más de 11 millones en Instagram, y por la que se pelean Burberry, Tom Ford o Chanel.
Hace apenas cuatro años nadie la conocía, y hoy, a sus 22 años, Cara Delevingne es la top más famosa del mundo. Y quiere ser actriz. Bueno, ya lo es, con siete películas pendientes de estreno y el galardón de la Asociación Mundial de Exhibidores de Cine al mejor descubrimiento de 2015.
“Yo nunca quise ser modelo. Desde niña quise ser actriz. Pero para serlo tenía que estudiar arte dramático y me salió lo de ser modelo, quise ganar dinero para viajar y pagarme los estudios. Nunca pensé que mi carrera como modelo iba a explotar de esta forma”, afirma.
Todavía hoy, cuando se calcula que diariamente cobra cerca de 9.000 euros y tiene millón y medio de euros en su cuenta bancaria, se siente algo sorprendida de que alguien haya querido contar con ella como modelo. ¿La razón? Nunca pensó que facciones como las suyas, tan marcadas y únicas, pudieran gustar.
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