El matrimonio mexicano evita discutir frente a su hija Aitana, de 6 años. Por otro lado, Derbez recordó la buena relación que tenían sus padres.
Tras ocho años de matrimonio, Eugenio Derbez y Alessandra Rosaldo son considerados una de las parejas más sólidas en México. Su última hija, Aitana, llegó para consolidar a la pareja que, como cualquier otra relación, tienen sus altos y bajos.
Por ese motivo, ellos explicaron cómo sobrellevan sus peleas al evitar que la menor, de seis años, esté presente durante una discusión. La actriz contó que, cuando era niña, el ambiente en el que vivió era de muchos gritos y sus progenitores no tenían buena comunicación:
“Mis papás o no se dirigían la palabra o era a pleito. Gritos, discusiones y llanto, era lo normal en nuestra casa, era un ambiente hostil”, reveló Alessandra Rosaldo en su canal de YouTube. Ella no desea que su hija Aitana repita su historia.
Asimismo, resaltó el defecto que tiene: evadir los problemas. Para su esposo Eugenio Derbez, eso se debe aprender a manejar ya que el problema no llega a una solución.
Es así que, la pareja consultó con un especialista, quien les dijo que los conflictos en la pareja pueden verse como “negociaciones del amor” que no interfieran con la educación de los menores de edad.
“Tiene que haber negociaciones del amor y todo está en el tono... Yo creo que si nos escuchamos debe haber un nivel en el que no sea angustiante para tu hijo escucharlos ponerse de acuerdo, llámese discusión”, comentó el comediante quien recordó que vivía en un ambiente armonioso con sus padres Silvia Derbez y el publicista Eugenio González Salas.
“Tenían muy buena relación, se peleaban de vez en cuando; pero no me acuerdo haber visto un conflicto fuerte entre mis papás. Solo una vez, tengo un vago recuerdo de que algo pasaba, estaba muy chiquito, eran las 3 a.m. y percibí algo de tensión, pero en ningún momento los vi pelear”, añadió Eugenio Derbez.
Los especialistas invitados por los actores recomendaron que las parejas deben entablar soluciones razonables negociando el bien de cada uno, no buscar tener la razón el uno sobre el otro.
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