"Es algo que no va a pasar, pero sin duda estaría allí para protegerlo", dijo el actor de 49 años.
El actor Gerard Butler, quien regresa a los cines con la cinta "Angel Has Fallen", aseguró en una entrevista con Efe que le gustaría ver a su compañero de reparto Morgan Freeman como presidente de Estados Unidos, precisamente el papel que interpreta en el filme.
"Ojalá Morgan Freeman fuera presidente. Me encantaría verlo en el cargo en 2020. Es algo que no va a pasar, pero sin duda estaría allí para protegerlo", ironizó Butler al hablar sobre su última película, en la que encarna a un agente del Servicio Secreto cuya misión es velar por la seguridad del mandatario estadounidense personificado por Freeman.
"Morgan entonces podría ser Dios y presidente al mismo tiempo", bromeó el actor al relacionar el último papel de Freeman con su interpretación de Dios en "Bruce Almighty", la clásica comedia de 2003 protagonizada por Jim Carrey.
NUEVA PELÍCULA
Butler habló así de su compañero en "Angel Has Fallen", la tercera entrega de la franquicia "Fallen", que se estrena en EE.UU. este fin de semana y que llegará a los cines de otros países a lo largo de este mes.
"Trabajar con él es mi parte favorita de la franquicia -aseguró Butler-. Pienso en Freeman como en un padre por la cantidad de tiempo que hemos pasado juntos, es para mí uno de los hombres más adorables y talentosos. Un caballero".
Tanto Freeman como Butler repiten actuación en la nueva cinta, aunque esta vez sus papeles son algo diferentes, pues Freeman es ahora el presidente del país, tras pasar por otros cargos políticos en las entregas anteriores.
Mientras, el personaje de Butler, Mike Banning, pasará de ser una persona de total confianza para el Gobierno a uno de los enemigos más buscados. Una persecución contra él que comienza por error, al ser culpado de un intento de asesinato del mandatario de EE.UU.
"No quería hacer una tercera película solo por hacerla, pero llegamos a una idea fresca que llevaba a mi personaje en la trama hacia otra dirección, más profunda y emocional", explicó el actor sobre la forma en que se sumó al proyecto.
Butler estaba "muy orgulloso" de las primeras cintas de la franquicia y el equipo tenía "limitaciones sobre qué ciudad escoger para hacer caer en la próxima película", decisión que finalmente fue para Washington, DC.
Preguntado por cómo conseguir que el ambiente político y las tramas diplomáticas tengan éxito en la gran pantalla, el intérprete echó una carcajada y compartió el secreto.
"Quizás la idea es no ser demasiados específicos -opinó-. En cierta manera tocamos la política (...) Hablamos de manipulación, filtraciones, noticias, secretos... pero no de temas concretos sobre qué pasa en DC. Lo suficiente para hacer una trama de acción que sea creíble", finalizó.
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