El cáncer siempre fue parte de su vida. Lorena Meritano luchó contra el cáncer desde muy pequeña pues sus padres y abuelos también batallaron contra esta terrible enfermedad.
Con un entusiasmo inquebrantable, Lorena Meritano da testimonio de vida por donde va. Ella quiere concientizar sobre la importancia de realizarse exámenes preventivos para detectar el cáncer de mama, una enfermedad que la atacó cuando se encontraba disfrutando plenamente del amor y planificando convertirse en madre.
Pero no es la primera vez que la actriz argentina se enfrenta a este mal. Sus padres y abuelos también fueron diagnosticados con cáncer.
Primer golpe. “En nuestra familia el cáncer ha aparecido varias veces. Mi mamá es una sobreviviente, la mamá de mi mamá también es una sobreviviente. (…) En 2009 mi papá se murió de cáncer, pero porque era fumador y se fumó la vida. La mamá de mi papá también falleció de cáncer de laringe. También se fumó la vida”, dijo durante una entrevista en el programa colombiano Muy Buenos Días.
“El papá de mi mamá tuvo cáncer de huesos y murió de cáncer de estómago”, recuerda.
Segundo golpe. Aunque lo vivió de cerca, Lorena no había experimentado en carne propia el dolor físico y emocional que produce esta enfermedad hasta que en marzo de 2014, mientras descansaba junto a su exesposo Ernesto Calzadilla, se realizó el autoexamen y palpó de cerca el miedo.
“Yo siempre he sido muy juiciosa y todos los años me hacía mi mamografía. En marzo de 2014, mi esposo y yo habíamos decidido hacer un embarazo in vitro y me realicé los controles de rigor. Me dijeron que estaba sana”, relata.
“Al mes y una semana, de que me habían dicho que todo estaba bien y estábamos empezando a planificar el embarazo in vitro, me realicé el autoexamen, me empiezo a tocar el seno y me doy cuenta que tengo una bolita. No me quedé tranquila y pensé que necesitaba un médico ya. Esto pasó un miércoles y el sábado ya estaba atendiéndome con un ginecólogo”.
Su reacción fue inmediata y tras el diagnóstico dedicó todos sus esfuerzos para vencer el cáncer. “En quince días me hice absolutamente todas las pruebas”.
Tercer golpe. Luego de dolorosos exámenes, en junio de 2014 se somete a la primera cirugía que marcaría el inicio de una etapa de cambios en su vida a todo nivel. En esta primera intervención le quitaron dos tumores y un mes después volvió al quirófano, pero esta vez para la extirpación de la mama derecha más los ganglios.
Los siguientes meses de su vida fueron dedicados a la quimioterapia y a asumir los efectos secundarios del tratamiento.
“Sólo quien lo vivió y superó sabe de qué se trata esa guerra en la que cuando más avanzas más te parece que estás cerca de la muerte. La gente cree que por no tener un seno, perder el cabello, las pestañas o adelgazar estás sufriendo y quienes lo han vivido saben que eso es lo de menos”.
El golpe final. Lamentablemente, en enero de este año, le detectaron nuevos nódulos. Pero no fue lo único a lo que tuvo que enfrentarse pues Ernesto Calzadilla, su esposo hasta esa fecha, había decidido ponerle fin a su matrimonio de casi tres años. Así lo dio a conocer ella a través de un video que rápidamente se viralizó en las redes sociales.
En abril de este año, Lorena se sometió a más intervenciones quirúrgicas preventivas: le extirparon la mama izquierda y, en julio, las trompas y los ovarios.
“Yo no sufro de vanidad, la belleza es invisible a los ojos. Este tipo de trance te ponen a prueba de qué estás hecho tú, tu familia, tus amigos, tu fe. Te fortalece, son maestros de vida”.
Inquebrantable. Ahora ella se encuentra a la espera de que le reconstruyan los senos y solo pretende que su testimonio de vida genere conciencia sobre la importancia de los exámenes preventivos.
Según relata, los siguientes diez años se realizará exámenes constantes para descartar la reaparición de la enfermedad en su cuerpo. “Es convivir con el miedo a que vuelva o no”.
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