El duque de Sussex habría considerado usar el apellido Spencer, en medio de tensiones con la Familia Real británica y supuestos problemas burocráticos.
El príncipe Harry consideró la posibilidad de adoptar el apellido Spencer -de su madre, la princesa Diana- luego de varios meses de retrasos por parte de las autoridades británicas en la emisión de pasaportes para sus hijos, según informó el diario The Guardian.
Una fuente aseguró al medio británico que el duque de Sussex y su esposa, Meghan Markle, temían que los funcionarios del Reino Unido estuvieran retrasando el trámite porque las solicitudes de pasaporte de sus hijos, Archie y Lilibet, incluían los títulos de Su Alteza Real (HRH, en inglés) y el apellido Sussex.
"El rey (Carlos III de Inglaterra, padre del príncipe Harry) no quería que Archie y Lili llevaran los títulos, sobre todo el de HRH, y los pasaportes británicos, una vez creados, serían la primera y quizás la única prueba legal de sus nombres", afirmó la fuente.
¿Cómo surgió la idea de cambiar de apellido?
La idea de cambiar su apellido familiar habría surgido tras una reunión presencial entre el príncipe Harry y su tío Charles Spencer, el hermano de Diana de Gales, al que visitó por "exasperación" y le preguntó si, en el caso de que los trámites legales impidiesen utilizar el título de Su Alteza Real y el apellido Sussex, podrían utilizar el de Spencer.
Harry y Meghan renunciaron en 2020 a su título honorífico como parte del acuerdo con la fallecida reina Isabel II al cesar sus funciones reales, lo que distanció a los Sussex de la familia real británica.
Según el diario británico, Harry querría conservar los títulos de Su Alteza Real para que cuando sus hijos crezcan puedan decidir por sí mismos si quieren convertirse en miembros activos de la realeza o mantenerse fuera de la vida pública.
Harry presionó para que se investigue la demora en pasaportes de Archie y Lilibet
El hijo mayor del príncipe Harry, Archie, tuvo hasta 2023 pasaporte estadounidense y británico con el apellido Mountbatten-Windsor. Sin embargo, después de la muerte de la reina Isabel II, la familia intentó actualizar sus documentos usando el apellido Sussex.
La polémica quedó atrás cuando finalmente se emitieron los pasaportes británicos tanto para el príncipe Archie como para la princesa Lilibet. No obstante, los documentos se entregaron casi seis meses después de haber sido solicitados. De hecho, los abogados de los Sussex pidieron acceso al expediente del caso con la intención de investigar el por qué de la demora.
En mayo pasado, el príncipe Harry dijo en una entrevista con la BBC que espera reconciliarse con su familia, pero reconoció que actualmente no tiene comunicación con su padre.
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