La incomodidad de Pablo Bengoechea inocultable es el reflejo de un momento difícil, pero previsible en Alianza Lima.
En Alianza Lima no hay espacio para ironías, ni héroes. Con un discurso más acorde a lo manifestado a inicios de año, el técnico Pablo Bengoechea no ocultó su incomodidad por el rol protagónico de dos de los futbolistas del plantel íntimo y no precisamente dentro de las canchas.
Tras una primera advertencia (interna) y un desinterés evidente por no enmendar la imagen que se dejó en el primer día libre del 2020, las medidas deben ser distintas.
“Lo que decimos siempre. Nunca sacamos a nadie. Normalmente, cada uno se saca sólo con las actitudes que va teniendo”, dijo el DT uruguayo cuando ya tenía armado gran parte su plantel. El último martes lo reafirmó. Bengoechea siempre puso por encima de todo, la salud de su grupo. Incluso, comiéndose pleito ajeno. Y es que su paso por Alianza Lima no ha tenido problemas más allá de los que tienen todos los técnicos: los futbolísticos.
Entendemos que las medidas que se tomarán no sólo tendrán que ver con una sanción económica. También habrá una deportiva ¿Estará bien no llevarlos a Ayacucho? Depende. Qué no trabajen, si es un premio o al menos no un castigo.
En lo deportivo, por ahora, aportaron poco. Deza mantuvo sólo dos partidos la titularidad. En el tercero fue suplente. Sin asistencias, ni goles; transitó en la intrascendencia. Lo de Ascues no es tan lejano. Anotó en el debut y de después no apareció más. Momento difícil, pero previsible en Alianza Lima. Por ahora, se aferran al manejo de su técnico, quien siempre puso por delante de todo, la salud del grupo.
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