Leicester City pudo perder el camino en el primer lugar, por una jugada que por poco acaba en gol, pero algo extraño lo salvó.
En choque por la fecha 34 de la Premier League Leicester City empató 2 a 2 al West Ham United, en donde Jemie Vardy, el cuidado por Ranieri, marcó uno de los goles del partido. En este encuentro ocurrió una acción que es considerada un ‘milagro’ en el fútbol inglés.
Una jugada que asustó a todos porque Cheikhou Kouyaté cabeceó solo en el corazón del área con destino de gol pero Kasper Schmeichel alcanzó a desviar la pelota y la suerte lo ayudó: el balón primero pegó en el palo derecho, después en el izquierdo y la pelota le volvió al arquero que celebró la intervención divina.
Con este empate, con sabor a triunfo, el Leicester se mantiene en el primer lugar con 72 puntos, mientras que el Tottenham sigue en carrera con 65 puntos esperando el tropiezo del sorpresivo equipo de Ranieri.
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